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Mostrando entradas de 2009

Constatación

Cada vez algunos políticos, vividores de la política al uso, harto envanecidos, y esos personajillos públicos, harto estomagantes, que nacen y mueren en la voluntad mercantil de sus padrinos, se parecen más a sus imitadores y se identifican mejor con sus burladores.

Las cintas de mi capa

Qué hermosa es la nostalgia si evoca un tiempo feliz. El otoño, dicen las voces que así lo sienten, es la estación del recuerdo. En esta época, como en cualquier otra de buscarlos, acuden a la memoria activa esos episodios que describen el paisaje y las personas entre sones bien conocidos, muy queridos, siempre presentes; con sus respectivas letras, con sus respectivas imágenes que a fuerza de voluntad permanecen imborrables.     Cuando imponderables como el tiempo transcurrido y la distancia física, también la ausencia de los protagonistas en sus diferentes grados, dejan únicamente lugar a la evocación, es precisamente entonces, y con ansia enamorada, momento de escuchar los sonidos de la vida; momento de reproducir lo que fue y jamás ha de perderse mientras acompañe la intención y el deseo por vencer a la desidia, a la imposición, a la falacia, al sibilino mercantilismo, a las espurias inercias que acaban hasta con la fragancia de las flores, hasta con esos detalles, entrañables

Esto es lo que hay, en tres versiones

Lo vemos y lo oímos: Esto es lo que hay . Aunque no queramos mirar ni escuchar: Esto es lo que hay .     Es lo que hay y, aún peor, lo que abunda y lo que más cunde.     Finalizado el preámbulo podría concluir el artículo habiendo dejado escrito, en apenas un párrafo, en dos frases sentenciosas, todo lo que me he dispuesto a contar.     Esto es lo que hay.    No obstante, hay más. Sí, hay mucho más contenido en tan estricto y excluyente envoltorio.     La entonación, por ejemplo. Cambia sustancialmente, expresado o leído, un: ¡Esto es lo que hay!, del: ¿Esto es lo que hay?; o, ausentes los signos de puntuación, al modo aséptico, en tono comedido pero muy, muy intencionado, una octava menos que grave, carraspeando el hablante, tendiendo a lo cavernoso, pincelado de autoridad morbosa, de siniestro egotismo, actuando con gesto estudiado, la boca hacia lo fruncido, en un susurro que cala: Es lo que hay.     Carece de trascendencia el delimitar el énfasis, la agudeza oral, el

Que no tarde

  La lectura de algunos epitafios evoca no tanto el pasado, aquello que fue, sino que imagina un futuro que rasga y rompe esa urdimbre de afrenta y opresión tejida durante un inacabable periodo de mal tiempo.     Escribe a su estilo Camilo José Cela un epitafio dedicado a un poeta:   Pasó como el huracán; sopló, devastó, arruinó, se hizo casero y murió. Y sus versos, ¿dónde están?   que yo, honrando al maestro literato, traslado escarneciendo a esos arribistas de la política al uso y esos oportunistas en nómina de medios de comunicación a la caza y captura de audiencias insustanciales, a quienes señalo y acuso.     Que el lector identifique con fisonomías y por actos a los aludidos sin nombrar.  

Idiotismos, asimilaciones, tendencias y otras especies contraproducentes

Un adagio que por ilustrativo y acusador, como otros que buscando se encuentran, padece severo confinamiento en la inducida ignorancia, tan del agrado al común de los mortales dirigidos y sus dirigentes. Reza lo siguiente: Se es como se piensa .     Ni que decir tiene cuántas formas léxicas, coloquiales o menos, cultas o a la zaga, presenta el rescatado para la ocasión que impulsa a escribir; casi tantas como el número de lenguas que la madre latín ha dispersado con tiempo y constancia en una porción considerable del planeta Tierra.     —Permítame la apostilla, que viene a cuento: Para ser hay que pensar .     —Bien traída la acotación.     Los mecanismos para ejercer el dominio fáctico de una sociedad, entendida como el conjunto de los individuos que la constituyen, sirven eficazmente también para destruir un sistema de valores. A nadie con dos dedos de frente se le escapa u oculta que la supresión de voces, palabras y frases, y la eliminación o adulteración de conceptos, id