Estamos vivos y escapados de la fotografía. No aparecemos insertos, por más que se busque, en el recuerdo decorosa y sentimentalmente conservado en la guía de la localización, el suspiro y esa frase pertinente renovada o incorporada según la época de revista. Una enciclopedia compuesta por tomos gruesos, de sobrio grabado, donde recalan con su anuencia o pese a su infructuosa oposición las instantáneas de vidas familiares, allegadas o fortuitas y evanescentes como los díscolos fantasmas. Muertos y vivos. Todavía vivos o aún muertos, con cara de vivo o con el rostro propendiendo hacia la muerte cual anticipo de lo que indefectiblemente habrá de suceder un día como otro cualquiera y alguna vez a voluntad. En disposición al encuadre o pillados en una relativa sorpresa derivada en sonrisa, risa o comprensiva exclamación. Captura, arrebato, plasmación, efeméride. De ahí a la posteridad, sometidos sin posible o con mermada defensa al juicio temible sea benévolo o mordaz, sea certero