Ir al contenido principal

Dar y tomar


Mi paseo invernal es pausado y solitario. La tenue caricia del Sol, dadivoso en su presencia invernal a través de las ramas y las copas de los árboles esbeltos, unos redondeados a primera vista, otros de triangulada efigie, inspira una felicidad de sencilla armonía, de acontecimientos emotivos que tornan a destacar en unas fechas concretas.
    El ondulante paisaje me circunda, enmarcado por sus rasgos característicos. El fondo azul del cielo hoy, que ha amanecido sin niebla, cubre de oro el tercio poniente, aunque para el ocaso faltan horas de luz pintada con amable trazo. Perspectiva afable en lo inmediato.
    Estampas sucesivas de una época alternada, la del recuerdo y la del proyecto; la que fuera de ideas, la que es de obras que adicionan o sustraen razones a lo pensado. Imágenes de antiguo pincel, de laboriosa mano, de ensimismada creación, que aguardan el recorrido calmo y atento de una vaga corporeidad respetuosa con las leyendas que perviven en la intrincada resolución de los sentimientos, con suspiros y murmullos, con lágrimas que no ajan la encendida piel de las mejillas, expuesta al frío vivificador. Acuática irisación que amplía los detalles a la mirada retrospectiva.

Claude Monet: La urraca (1868-69). Museo de Orsay, París.


La que vela el recuerdo.
    La que observa la oportunidad.
    La que cuenta los pasos hasta el desvío y despide al visitante, una vez depositado el óbolo, condición de generosidad al cabo agradecida, para que no altere ni la pluma ni el postigo, para no rebasar la fronteriza sombra del rústico cercado con su puerta en equilibrio, del ave custodia, del cultivo latente, de las siluetas leñosas y enhiestas. Para que a la vuelta de otro ciclo de vida se repita la historia.

Entradas populares de este blog

Las tres vías místicas. San Juan de la Cruz

Siglo de Oro: La mística de san Juan de la Cruz Juan de Yepes y Álvarez, religioso y poeta español, nacido en Fontiveros, provincia de Ávila, el año 1542, estudió con los jesuitas, trabajó como camillero en el hospital de Medina del Campo, e ingresó a los diecinueve años como novicio en el colegio de los carmelitas con el nombre de fray Juan de Santo Matía. Prosiguió sus estudios en Salamanca y en 1567 fue ordenado sacerdote. Regresó entonces a Medina del Campo, donde conoció a santa Teresa de Jesús, quien acababa de fundar el primer convento reformado de la orden carmelita y que tanto le había de influir en el futuro. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús Imagen de stj500.com Juan de la Cruz se hallaba animado de los mismos deseos reformadores de la santa, y había conseguido el permiso de sus superiores para mantenerse en la vieja y austera devoción de su orden.; desde ese momento tomó el nombre de fray Juan de la Cruz y comenzó la reforma del Carmelo masculin

Descubridor del Eritronio-Vanadio. Andrés Manuel del Río

Mineralogista y químico, el madrileño Andrés Manuel del Río Fernández, nacido en 1764, es el descubridor del elemento químico Vanadio. Andrés Manuel del Río Imagen de omnia.ie En su infancia escolar destacó en el aprendizaje de latín y griego, posteriormente se graduó de Bachiller en Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, y en 1781 inició sus estudios de física con el profesor José Solana.     Andrés Manuel del Río fue un alumno modélico en Física y Matemática. El ministro José de Gálvez en 1782 lo incorporó en calidad de pensionado en la Real Academia de Minas de Almadén, para que se instruyera en las materias de mineralogía y geometría subterránea con los maestros internacionales elegidos para el desarrollo científico e industrial de España. En Almadén dio inició su largo periplo por instituciones científicas de prestigio, forjando la actividad profesional que le caracterizaría. El propósito de la Corona por favorecer el desarrollo de la minería y la metalurgia en España y