Ir al contenido principal

Una apreciación


Parpadeo, uno solo, el primero, origen y función; luego otro, parejo, derivado, algo menos iniciático. Y otro a continuación de la pausa, y más.

    Un susurro, expresión del alma; a cada cosa su sonido, la voz naciente del manantial, la efervescente del arroyo, la diligente y precisa del cauce y la sosegada en la desembocadura, el final del trayecto, la última parada de la circunvalación.

    El tiempo pasa y no vuelve, vuelan las etapas y los momentos en la dirección poniente; instantes de luz, destellos, de intermitencias en las imágenes.

    El viento pasa y sigue, trae y lleva las noticias escritas en el aire; descripción de estados traducidos por el intérprete en el cruce, de caminos, de rutas, de credos e ideas, de sentimientos. Y el destinatario del aviso después, a su hora, la que de todo informa.

    A coro. En grupo.



Victor Vasarely: Boglar Vert (1966). Centro Georges Pompidou, París.



Una gota, una sola gota caída son mil y una gotas reflejo del iris.

    Barridos de magia primordial. Van y vienen; avanzan y retroceden cual seres vivos que uno tras otro cuentan al pequeño mundo la historia del único mundo todavía predecible a partir de las respectivas experiencias.

Entradas populares de este blog

Las tres vías místicas. San Juan de la Cruz

Siglo de Oro: La mística de san Juan de la Cruz Juan de Yepes y Álvarez, religioso y poeta español, nacido en Fontiveros, provincia de Ávila, el año 1542, estudió con los jesuitas, trabajó como camillero en el hospital de Medina del Campo, e ingresó a los diecinueve años como novicio en el colegio de los carmelitas con el nombre de fray Juan de Santo Matía. Prosiguió sus estudios en Salamanca y en 1567 fue ordenado sacerdote. Regresó entonces a Medina del Campo, donde conoció a santa Teresa de Jesús, quien acababa de fundar el primer convento reformado de la orden carmelita y que tanto le había de influir en el futuro. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús Imagen de stj500.com Juan de la Cruz se hallaba animado de los mismos deseos reformadores de la santa, y había conseguido el permiso de sus superiores para mantenerse en la vieja y austera devoción de su orden.; desde ese momento tomó el nombre de fray Juan de la Cruz y comenzó la reforma del Carmelo masculin

Antropología de la esperanza. Pedro Laín Entralgo

Médico, antropólogo, filósofo y ensayista, Pedro Laín Entralgo, nacido en la turolense localidad de Urrea de Gaén el año 1908, estudió medicina y química y fue profesor de Historia de la Medicina en la Universidad Complutense hasta 1978, año en que se jubiló de la docencia presencial, fundador de las revistas  Cuadernos Hispanoamericanos ,  Archivos Iberoamericanos de Historia de la Medicina  y  Asclepio  y miembro y presidente de la Real Academia Española, de la de Medicina y de la de Historia. Ha publicado numerosos trabajos de investigación en el campo médico, por ejemplo  Medicina e Historia , de 1941;  Estudios de historia de la medicina y antropología médica , de 1943;  Mysterium doloris: Hacia una teología cristiana de la enfermedad , de 1955;  La relación médico-enfermo: historia y teoría , de 1964,  El médico y el enfermo , de 1969;  Ciencia y vida , de 1970;  La medicina actual , de 1973; y  Ciencia, técnica y medicina , de 1986. Ha estudiado y trabajado cuestiones propias de