Claudio Coello, madrileño nacido en 1642, fue pintor de cámara del rey Carlos II; aunque sus principales obras, en especial las dos seguidamente citadas, no corresponden a los retratos de la familia real, sino a temática religiosa: Adoración de la Sagrada Forma (de 1685, que conmemora el traslado a El Escorial de una sagrada forma milagrosa, procedente de Gorkum, para celebrar la ruptura del sitio de Viena en 1684, expuesta en la sacristía del monasterio y en el Museo del Prado) y Apoteosis de San Agustín (también denominado El triunfo de San Agustín, del año 1664), expuesta en el Museo del Prado. La Adoración de la Sagrada Forma es un magnífico conjunto de retratos que han sido plasmados con la maestría propia de Diego Velázquez en el aire de la estancia y la atmósfera creada por la ceremonia.
Adoración de la Sagrada Forma (1685)
Apoteosis de San Agustín (1664)
Artista dotado de un gran dominio del pincel y excelente colorista, son características de este autor la aparatosidad escenográfica y el trato realista de los paños y detalles de los trajes.
Mariana de Austria y Carlos II (1680-1693)
Doña Nicolasa Manrique (1690-1692)
Se formó en Madrid con Francisco Ruiz, siendo el máximo exponente de la escuela madrileña de pintura. A partir de 1675, cumplidos los varios encargos de retratos, pintó una serie de obras de temática religiosa hasta que en 1686 sucedió a Juan Carreño de Miranda como pintor del rey, que había quedado grandemente impresionado con el cuadro de Santa Catalina fechado en 1683.
Santa Catalina (1683)
Visión del padre Simón de Rojas (1663-1665)
Junto a las dieciocho obras de Claudio Coello conservadas el Museo del Prado, destacamos el retablo La Anunciación,en el convento de San Placido en Madrid, y El martirio de San Esteban, en el convento de San Esteban de Salamanca, destacando sus colores y tonos centelleantes sobre un retablo de estilo churrigueresco.
La Anunciación (1668)
El martirio de San Esteban (1693)
Artículos complementarios







