Coincidencia. Una intuición es siempre aleatoria, pero eso no significa que carezca por completo de fiabilidad. La intuición, piensa Felio perdida su mirada en el transcurso rutinario de la noche dentro de un vehículo en marcha que no conduce, es síntoma de curiosidad vital, también es síntoma de interés por la investigación y consecuencia de un proceso intelectual con propósito concluyente. Aquel hombre aparecido en la carretera, seguramente esperando lo que iba a encontrar un momento antes o después, había finalizado su búsqueda. “¿Cuándo, en realidad?”, se pregunta Felio. Porque sabe, a partir de una sencilla deducción, que toda espera viene condicionada por un ansia reveladora, plagada de ficciones, matizada de superstición o inmersa en una profunda racionalidad que nunca pone ni quita elementos a lo que sucederá a continuación. Una carretera solitaria, aunque con sorpresas animadas, y oscura, aunque teñida con una débil luz espectral, dejada atrás, como pasa con e
ESPACIO DE DIVULGACIÓN