Redundante, sí, y obvio, también; antiguo como el mundo de los negocios políticos, abundantes doquiera que se estudie, y la propaganda, aparato de amplificación y sostenimiento de eficacia históricamente probada.
Rancio y fementidamente impuesto el trágala.
Sigue en vigor la vieja estrategia de ir colando falsedades para organizar un estado de opinión, también de ánimo, que por hastío y desidia, que por amenaza y coacción, que por omisión y tapadera, que por la vía de los hechos consumados, alcance el aposento de gobierno en vertical. Y una vez a resguardo de la denuncia, de la denuncia enfocada a los tribunales de justicia y, en menor medida y consideración por importancia, de la denuncia de los irreductibles con la ley en la mano, la mentira se diluye en el magma de la controversia y el engaño muda de apariencia cuanto sea preciso.
Tamara de Lempicka: Paisaje surrealista
Mecanismo de difusión por espejismos y cristales distorsionadores de las imágenes con el origen perdido, actúa por orden y concierto entre aquellos proclives al borrado y al esfumado, según convenga, tan pertinaces en su actuación solapada como perennes en su viaje de mendacidad a través de las parameras cándidas y los territorios del arribismo y la oportunidad de dar rienda suelta a los bajos instintos, a falta de sentir en cuerpo y mente los otros, sin tener que pagar el precio de la infamia en un mercado libre de estulticia.
Es más fácil cerrar los ojos y que vayan corriendo los episodios, que mantenerlos abiertos a ver si con arrestos descarrila el tren de la inercia morbosa.