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Mostrando entradas de junio, 2015

Travesía (2)

Sentencias canallas. Hay fechas que no se olvidan, entre otros motivos porque no existe el deseo de arrojarlas fuera de la memoria a causa de un desahucio pactado, legítimo y oportuno, o de una renuncia a conservar vigentes y didácticos ciertos episodios que en poco o en nada sirven al propósito de vivir. — ¿Para qué cargar con lastres innecesarios? — Es verdad, qué tontería eso de acumular desechos, rémoras que coartan el paso y las ideas. — Lo que yo digo. En cambio, otras fechas cuentan y mucho sobre lo que pasó y lo que dejó de ser. Aunque, quizá, habría que decir que esas fechas controvertidas, silenciadas o difuminadas en ámbitos de decisión manifiesta y, contra viento y marea, reivindicadas por un grupo humano fluctuante, valeroso y desconcertado, al margen de la oficialidad institucionalizada, lo que enseñan es el punto exacto desde el que dio inicio una nueva etapa y se puso fin a una etapa que para los propósitos ulteriores y bien trazados de los que puede

Morir por la Patria es nacer para la Gloria. Luis Noval

Campañas de Marruecos en el siglo XX: Posición Zoco el Had de Beni Sicar 28 de septiembre de 1909 Luis Noval Ferrao, Cabo del Regimiento del Príncipe núm. 3 Condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando por su defensa del Campamento (Posición) del Zoco el Had de Beni Sicar, el 28 de septiembre de 1909 (Campañas de Marruecos). Cruz Laureada de San Fernando del Cabo Luis Noval Ferrao Estando encargado en la noche del 27 al 28 de septiembre de 1909 de recorrer el servicio de vigilancia establecido entre los atrincheramientos que constituían el flanco derecho del campamento, fueron atacados los centinelas por numerosos enemigos que les obligaron a retirarse hacia las posiciones fortificadas. Al retirarse el cabo Noval, se defendió de un grupo de enemigos hasta llegar a una de las alambradas, donde encontró otro numeroso grupo de moros que diciendo ser españoles: “ ¡Alto el fuego, que somos españoles! “, había conseguido que suspendieran el fuego las fuerzas que defe

Dormidas

En silencio y despacio. Ha pasado el tiempo diferente a como nos tiene acostumbrados. Quizá es una ensoñación que advierte del riesgo si damos un paso más allá del umbral. El escenario y sus personajes pueden despertar recreando episodios de espera impaciente y deseo apenas contenido. Paul Delvaux: La ciudad dormida (1938). La vuelta a un pasado donde nada de lo que se supone sucedió. Eran imaginaciones. Aunque en primer plano, en segundo plano, en escorzo, con disimulo, recordando, protagonista de lo inevitable, la muerte vela la ensoñación. Sígueme, indica. Fíjate en mí. Mi atención va de un signo a otro, cauta, tan inquieta como curiosa. El desespero por llegar o por huir o por entrar o por salir corre detrás, en tercer, en cuarto plano, inserto en la solemnidad clasicista. Paul Delvaux: Venus dormida (1944). Un velo de nostalgia matiza el perfil. La mirada busca. Otras miradas incitan. Otras reprochan. El embozo oculta y las sombras son fragmentos de

Las Juntas de Defensa Nacional en 1808

Eran y se sentían españoles Guerra de la Independencia: Las Juntas de Defensa Nacional No se recuerda en España algo semejante desde época anterior a los Reyes Católicos. Estamos en el siglo XIX, en el año 1808. El rey Carlos IV y su esposa María Luisa han abandonado España; su hijo y sucesor, Fernando VII, ha seguido la marcha. Los tres, y más, han salido de España cubiertos de ignominia y oscurantismo, traicionando a un pueblo que durante siglos se ha sentido representado y ha servido a la Corona con ejemplar fidelidad y harto sacrificio. Los españoles llevaban conteniendo su animosidad hacía más de medio año; ya a finales de 1807 percibían una actitud impropia en sus gobernantes y una penetración extranjera indeseable. Las tropas y los políticos franceses campaban sin disimulo infiltrados en el tejido nacional y sus Instituciones, consentidos y avalados, sin reparo ni reproche por parte de la  — supuesta —  Autoridad Nacional. Pese a la evidencia, los españoles todavía confi