El Imperio en el mar: Nuevo intento para el tornaviaje meridional
Hacia el último tercio del siglo XVIII se supone el nacimiento del marino y piloto Juan Bautista Monteverde; lo que está documentado es su presencia en Filipinas a principios del siglo XIX.
El 21 de diciembre de 1805 zarpaba de Manila la fragata San Rafael, apodada la Pala, buque perteneciente a la Real Compañía de Filipinas, pilotada y mandada por Juan Bautista Monteverde, con una tripulación de noventa y nueve hombres. El destino era el puerto peruano de El Callao, abriendo una ruta meridional para el tornaviaje por el océano Pacífico (Mar del Sur), lo que no pudo lograr la fragata Buen Fin entre 1773 y 1774, aunque arribó al virreinato de Nueva España.
Dejando a popa la isla del Corregidor, la fragata bordeó la isla de Lubang y navegó por poniente a longo de la isla de Mindoro avistando sucesivamente las islas de Panay, Negros y Mindanao. El día 27 fondearon en la bahía de Zampoanga y la jornada siguiente, con viento favorable, se dirigieron a las islas Sarangani, en el extremo meridional del archipiélago filipino; rebasado el último día del año.
El 2 de enero de 1806 y en las inmediaciones de Morotai arrumbaron a levante reproduciendo la travesía de las corbetas Descubierta y Atrevida de la Expedición Malaspina-Bustamante y la fragata Filipino capitaneada por Juan Ibargoitia, que en la primavera de 1801 descubrió algunas islas de las Carolinas centrales.
El 28 de enero cruzaban el estrecho de Bougainville, entre la isla homónima y la de Choiseul, ambas de las Salomón. El 2 de febrero atravesaron la línea ecuatorial y el 10 avistaban las islas occidentales del grupo de Juan Bentleis, al norte de Nueva Irlanda), franqueado por septentrión; hasta que el día 13 se situaron frente a una cadena de islas bajas, observando la intensidad de la corriente marina hacia occidente. Este inconveniente obligó a convocar una junta de oficiales para decidir sobre la derrota más adecuada para llegar a América. Optaron por virar a babor atravesando las Carolinas y al cabo proseguir navegación por el hemisferio norte, desechando una vez más la derrota meridional para el tornaviaje.
Con este rumbo, el 18 de febrero avistaron un grupo de islas desconocidas en las cartas náuticas: fue el último descubrimiento de los navegantes españoles en el Mar del Sur. Se trataba de un conjunto madrepórico de veintinueve islas pequeñas, arboladas y bajas, habitadas, que anillaban una laguna central, con una superficie total de cuatro kilómetros cuadrados.
Las islas descubiertas recibieron el nombre de Monteverde, que corresponden al actual grupo de Nukuoro en la zona meridional del archipiélago de las Carolinas, también llamado Nuguor, Nukuor y Dunkin.
El 24 de febrero reconocieron el atolón Bajo Triste, descubierto en la precedente travesía de la fragata Buen Fin.
Por fin el 28 de abril fondearon en el apostadero mexicano de San Blas, y el 24 de agosto en El Callao, transcurridos más de ocho meses de la partida.
Artículos complementarios
La fragata Buen Fin en la ruta del tornaviaje meridional
La Expedición Malaspina Bustamante