En posesión de la Cruz Laureada de San Fernando, la Medalla Militar Individual, tres Cruces de Guerra, cuatro Cruces rojas del Mérito Militar y cinco Medallas de Sufrimientos por la Patria, el madrileño Carlos Martínez Vara de Rey Córdova-Benavente, nacido en 1901, presenta una de las Hoja de Servicios más brillantes en la historia de las Fuerzas Armadas españolas.
Nieto del laureado brigadier Joaquín Vara de Rey y Rubio, héroe jefe de El Caney, ingresó a los diecisiete años de edad en la Academia de Infantería, saliendo en 1921 promovido a alférez y destinado a Marruecos. Su bautismo de fuego ocurrió en la reconquista de Monte Arruit, para después combatir en Batel y Dar Kebdani.
Ascendido a teniente en 1923, tomó parte en los combates para llevar el convoy a la sitiada posición de Tizzi Azza (o Tizzi Assa) con el Grupo de Regulares Indígenas de Alhucemas n.º 5, resultando gravemente herido. De nuevo en campaña en 1925, se distinguió en Tauriat-Amarán al lanzarse con su sección al asalto pese a recibir una herida al inicio de la acción; le valió el ascenso a capitán por méritos de guerra. A finales de 1925 pasó al Servicio de Aviación y destinado a Melilla donde efectuó misiones de reconocimiento y bombardeo, y el apoyo a la columna del comandante Capaz en el Alto Ter, en Beni Ulaf y Beni Usín.
Realizado el curso de piloto en 1928 fue destinado al aeródromo de Tablada. Allí era jefe de la Escuadrilla de Reconocimiento de la Escuadra n.º 2 de Breguet XIX al estallar la Guerra Civil en 1936. En el aeródromo se hallaba estacionado y con carga para bombardear Tetuán ese 18 de julio un Douglas DC-2; hacia el avión se dirigió Vara de Rey para impedir que despegara, disparando a un motor y a las ruedas hasta inutilizarlo para su inmediata misión. Perseguido a tiros por la tripulación cayó herido y trasladado a prisión. Pero al triunfar el alzamiento en Sevilla fue puesto en libertad el día 19 de julio. Por este hecho recibió la Cruz Laureada de San Fernando. A continuación, sin haber curado la última herida, se incorporó con un Breguet XIX a las operaciones en los frentes de Córdoba y Málaga, y en la liberación del sitio de Oviedo, siendo acreedor de la Medalla Militar Individual.
Prosiguió la campaña combatiendo en la zona Centro y Norte, en los frentes de Aragón y Vizcaya, donde resultó herido, y en apoyo de los avances terrestres hasta concluir la contienda.
A finales de los años cuarenta se le nombró Director de la Milicia Aérea Universitaria, y ascendido en 1957 a general de brigada se le destinó al Estado Mayor del Aire.
Artículos complementarios
Las colinas de San Juan, Canosa y El Caney
Las cargas del Regimiento Alcántara de Caballería
Defensa de Tistutin y Monte Arruit