Navidad. Su aire fresco, perennemente nuevo, aviva los sentidos y dispone con mística sabiduría a recordar el pasado tanto como a proyectar el futuro.
Hay momento para la nostalgia; también lo hay, y prolífico, para la ilusión, para el reencuentro, para la intimidad con la esencia.
Destaca el Nacimiento donde debe. La música de Navidad abastece un año que siempre es largo y especulativo en el inicio y frecuentemente corto y de paso raudo en las postrimerías.
Pietro Berretini de Cortona: La Natividad (primer tercio del s. XVII).
Voces cantan villancicos:
Belén, campanas de Belén
Que los ángeles tocan
¿Qué nueva me traéis?
En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna
La Virgen y San José
Y el Niño que está en la cuna
Pero mira como beben los peces en el río
Pero mira como beben por ver al Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
Los peces en el río por ver a Dios nacer
Vamos pastores, vamos
Vamos para Belén
A ver en aquel Niño
La Gloria del Edén
Ay del chiquirritín, chiquirriquitín
Metidito entre pajas
Ay del chiquirritín, chiquirriquitín
Queridín, queridito del alma
Noche de paz
Noche de amor
Hacia Belén va una burra rin, rin
Yo me remendaba, yo me remendé
Yo me hice un remiendo, yo me lo quité
Cargada de chocolate
Arre borriquito
Vamos a Belén
Que mañana es fiesta
Y al otro también
El camino que lleva a Belén
Voy marcando con mi viejo tambor
Nada hay mejor que yo pueda ofrecer
Su ronco acento es un canto de amor
al Redentor, al Redentor
Cuando Dios me vio tocando ante él
Me sonrió
Pampanitos verdes
Hojas de limón
La Virgen María
Madre del Señor
Una pandereta suena
Una pandereta suena
Yo no sé por dónde irá
Dime Niño de quién eres
Todo vestido de blanco
Soy de la Virgen María
Y del Espíritu Santo
Los pastores son, los pastores son
Los primeros que en la Nochebuena
Fueron a cantarle
Su linda canción
A Jesús mira la Virgen
Y la Virgen a San José
Y Jesús mira a los dos
Y se sonríen los tres
Pastores venid
Pastores llegad
Adorad al Niño
Que ha nacido ya