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Superficie de revolución


Quería que fuera cierto, que los colores y las formas súbitamente aparecidas transformaran la existencia rutinaria y acrítica en un mundo trajinado por odios y psicópatas ignorantes de sus patologías.
    La guerra se había desencadenado, puesto que ya era la única solución al terrible problema causado por el retorno de la bestia y sus secuaces alimañas. Una guerra de posiciones, aún sólo eso; apenas un enfrentamiento, una toma de posturas, una declaración de beligerancia limitada y extraterritorial.
    Mientras restallaba la tormenta, que pocos querían admitir, en un paraje de fronda y gorgoteo armónico al otro lado de la percepción, aguardaba sapiente, meditabundo y vagaroso, el yo decidido, la peculiar esencia del elector.
    Y en el trazado urbano salpicado de mobiliario agredido, de fachadas escamoteadas al proceder arquitectónico, de pavimentos horadados por brocas clandestinas, zumbaba el enjambre de la discordia, con el añadido en aproximación rauda de sirenas y destellos de luces prensadas azules y amarillas.
    Sacudidas.

Joaquim Mir i Trinxet: La piedra del lago (h. 1903). Museo de Arte Moderno de Barcelona.


Consulta médica ambulatoria a expensas del contribuyente neto las mañanas y las tardes ocupadas en la elaboración de ponzoñas, el calibre de los dardos, la incandescencia de la soflama y la aviesa práctica de la impresión de dianas en cartelería rugosa, cada cosa en su orden prestablecido, en su espacio adjudicado y en su rampa de salida y llegada a resguardo de inclemencias y atosigamientos.
    Escarceos, pruebas de tensión, pulsos.
    Promocionadas desviaciones las de los enfermos incurables, de muy rentable comunicación en absoluto solicitada por el usuario de aires y cielos, puesta en almoneda de balcón a patio y de tertulia a tribuna porque la noticia, a diferencia de la energía y del espíritu que impulsa a por aire y cielo, se crea y se destruye y sólo transforma la materia venal; la más abundante y expansiva en la superficie de revolución que gira y se desplaza en torno a dos ejes: el de ser y el de tener.
    Dos ejes intercambiables en la preferencia del titular engrasado: tener y ser.
    Vertidos.
    En un reservado con cláusula de privacidad, con el indicativo geográfico escindido del mapa, la pericia explica el significado de los verbos auxiliares en los lienzos con motivos arrojados por la libérrima composición.

Joaquim Mir i Trinxet: Paisaje de Mallorca (1904). Colección particular.

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