Ir al contenido principal

Relaciones con letra pequeña

De aquel enigma relacionado con sus autores surgió una ilusoria apreciación.

    Sea adecuado o excesivo sin apasionamiento el atribuir a esas palabras un poder mágico no es descabellado, pues también se califica de conmovedoras, incitantes y, por supuesto, enigmáticas, a tantas palabras ahormadas en frases que despiertan afectos o rechazos. El aspecto notorio de los conceptos que van relacionados al hilo de la narración se constata fácil y pronto con el devenir del suceso; y si además, valga como ayuda, media el dictamen de peritos enjuiciadores de aproximaciones y alejamientos, analizando con minuciosidad el mensaje —absortos ellos en su ecuanimidad y diligencia de modo similar a los espectadores en su arrebatado seguimiento de cuanto sucede—, la realidad y, por ende, el resultado del experimento, es que la fórmula compuesta por la palabra oral y la palabra escrita multiplica su efecto primigenio hasta el límite de los sentidos.

    Qué buena manera de vincularse con alguien pretendido es la de dar a cambio de recibir lo que sirve para comprar voluntades y espacios. Mira que te mira, unas miradas van y otras vienen, mientras las terceras permanecen flotando sobre el intercambio de abajo arriba y viceversa con sucesivas paradas de muy cuidada estrategia.

    Con estudiado método de distribución el presentimiento se convierte en certeza a favor de inventario: consecuencia de la magia, que para eso se dispensa hasta el abuso. Las intenciones de quien da y de quien recibe por un momento convergen: es lo buscado y basta, no hay más cera que la que arde; la simplicidad en la aplicación del negocio es un factor de estabilidad. Deprisa o despacio, acudan a gravar las marchas forzosas las alegrías o las penas, de arriba abajo la observación es más discriminada que su opuesta, aunque indisolublemente complementaria, de abajo arriba; quizá en respuesta al genuino mandamiento de la ley que atrapa, difundido sin recato por la causa leguleya, cuyo salario depende en exclusiva del cometido. El éxito en la gestión lleva aparejada la continuidad, el fracaso trae el despido y la apostilla heridora del retumbante si te he visto no me acuerdo.

    La mirada que va de arriba abajo es de superioridad, de inferioridad la que recorre el trecho a la inversa.

    Por bien que se vista la trama oscura, por mucho que la envuelvan vaguedades destinadas a esparcir la confusión, es la incomparecencia del recurso en tiempo y forma, es la nula perspicacia de la parte contraria, lo que junto con el embeleso de las palabras favorece el arrastre del caladero.

    La captura es de órdago y en la lonja se subasta: las especies incuriosa y arribista, por lo común emparejadas, cotizan al nivel de las especies envidiosa, enconada y resentida, usualmente aunadas, y en comandita de objetivo y de mandato atraen, mantienen y crecen a las especies ignorantes, necias, pusilánimes y de indigencia establecida. En la lonja se subasta al mejor postor la servidumbre por precio, promesa o recompensa.

    Sumisiones aparte, el carácter ontológico de la relación entre conceptos trasciende del mercadeo. Las especies citadas nadan arremolinadas en su pecera, pasan las horas y los días en el marasmo de la espera en un cercado de puerta única, la misma para entrar y salir, con la visión de un solo paisaje, a la escucha de una sola voz y a la orden del arrastrador conocido: en un dejarse llevar de bien semoviente.

    Fuera del límite expreso, las relaciones campan en el universo de las posibilidades; así pues, al margen de las miserias superables que se asientan en la conformidad y el envilecimiento, la ciencia camina con la filosofía y las creencias con los mitos: es el baile de gala.

Entradas populares de este blog

Las tres vías místicas. San Juan de la Cruz

Siglo de Oro: La mística de san Juan de la Cruz Juan de Yepes y Álvarez, religioso y poeta español, nacido en Fontiveros, provincia de Ávila, el año 1542, estudió con los jesuitas, trabajó como camillero en el hospital de Medina del Campo, e ingresó a los diecinueve años como novicio en el colegio de los carmelitas con el nombre de fray Juan de Santo Matía. Prosiguió sus estudios en Salamanca y en 1567 fue ordenado sacerdote. Regresó entonces a Medina del Campo, donde conoció a santa Teresa de Jesús, quien acababa de fundar el primer convento reformado de la orden carmelita y que tanto le había de influir en el futuro. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús Imagen de stj500.com Juan de la Cruz se hallaba animado de los mismos deseos reformadores de la santa, y había conseguido el permiso de sus superiores para mantenerse en la vieja y austera devoción de su orden.; desde ese momento tomó el nombre de fray Juan de la Cruz y comenzó la reforma del Carmelo masculin

Descubridor del Eritronio-Vanadio. Andrés Manuel del Río

Mineralogista y químico, el madrileño Andrés Manuel del Río Fernández, nacido en 1764, es el descubridor del elemento químico Vanadio. Andrés Manuel del Río Imagen de omnia.ie En su infancia escolar destacó en el aprendizaje de latín y griego, posteriormente se graduó de Bachiller en Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, y en 1781 inició sus estudios de física con el profesor José Solana.     Andrés Manuel del Río fue un alumno modélico en Física y Matemática. El ministro José de Gálvez en 1782 lo incorporó en calidad de pensionado en la Real Academia de Minas de Almadén, para que se instruyera en las materias de mineralogía y geometría subterránea con los maestros internacionales elegidos para el desarrollo científico e industrial de España. En Almadén dio inició su largo periplo por instituciones científicas de prestigio, forjando la actividad profesional que le caracterizaría. El propósito de la Corona por favorecer el desarrollo de la minería y la metalurgia en España y

El Camino Real de Tierra Adentro. Juan de Oñate

El imperio en América del Norte: La ruta hacia Nuevo México El Camino Real de Tierra Adentro era la ruta que llevaba desde la ciudad de México hasta la de Santa Fe de Nuevo México, actualmente capital del Estado homónimo integrado en los Estados Unidos; y durante más de dos siglos fue el cordón umbilical que mantuvo ligada a esta remota provincia del septentrión de la Nueva España. Cada tres años partía la llamara ‘conducta’, una caravana que trasladaba ganados, aperos y gentes, para mantener la colonización española en aquellas tierras. A través del Camino Real de Tierra Adentro penetró la cultura hispana en el Suroeste de Estados Unidos, ejerciendo aquí un papel semejante al del Camino de Santiago en España. El Camino Real de Tierra Adentro Cuando la corona española decide no abandonar la provincia de Nuevo México, ruinosa en todos los sentidos, sino mantenerla por razones de no desamparar a los indios ya cristianizados, el virreinato de Nueva España organiza un sistema