Nacido en la localidad turolense de Olba el año 1918, Manuel Pertegaz Ibáñez pasó de aprendiz de sastre a maestro de la alta costura convertido en uno de los mejores modistos del mundo.
En 1927 su familia se trasladó a Barcelona. A los doce años entró como aprendiz en el taller de sastrería Angulo. Su estreno como modisto tuvo lugar cuando con motivo del arreglo urgente de una prenda femenina, el joven Manuel, que operaba en la sección de caballero, se ofreció —“Yo lo hago”— a sustituir a sus compañeros en aquel momento ausentes; su intervención fue del agrado de la cliente, y el inicio de su trayectoria en la dimensión de la moda femenina. Comenzó a practicar en solitario para las mujeres y amigas de su familia.
En 1942 inauguró su primera casa de alta costura, situada en el entresuelo de un edificio de la barcelonesa avenida Diagonal. Ese mismo año presentó la que era su primera colección, caracterizada por la elegancia y la originalidad.
Impulsado por el éxito, abrió una casa de alta costura en Madrid el año 1948, en la confluencia de las calles Hermosilla y Velázquez (en 1957 se trasladó al Paseo de la Castellana y en 1968 a un palacete en el barrio de El Viso). En alas del éxito continuado, en 1954 realizó su primer viaje a Estados Unidos y acto seguido sus trajes se vendieron en las mejores tiendas de Nueva York, Boston, Atlanta y Filadelfia.
El año 1957 los diseños de Pertegaz, trajes y complementos, se vendían en Gran Bretaña, Suiza y Canadá, y presentaba sus colecciones en El Cairo, Venecia, Londres, Santiago de Chile y Copenhague. Pertegaz se había situado a la altura de Christian Dior, Coco Chanel y Cristóbal Balenciaga. Al fallecer Christian Dior, Manuel Pertegaz fue propuesto para hacerse cargo de la prestigiosa firma, pero desestimó la oferta puesto que su deseo era permanecer fiel a la alta costura española.
La década de los sesenta registró el despegue definitivo de Pertegaz. Ya en 1960 asistió junto a los famosos modistos Valentino y Pierre Cardin, a la primera Gala de la Moda Europea celebrada en México, y en 1964 a la Feria Universal de Nueva York, donde los críticos destacaron la originalidad de sus creaciones. Una originalidad la de Pertegaz distintiva de su idiosincrasia en el vestir: él era un precursor que aborrecía el uniformismo —lo que él denominaba “el uniforme de la moda”— y las tendencias que por conveniencia imponían las marcas. Clausuró brillantemente la década de los sesenta con la presentación de sus creaciones en Nueva York y recibiendo en España el nombramiento de Comendador de la Orden de Isabel la Católica.
A vestidos y complementos se unieron los perfumes. El primero, de nombre Diagonal, apareció en 1965; el segundo, Muy Pertegaz, en 1975; y el tercero, Pertegaz Sport, en 1982.
Décadas de los setenta y los ochenta. La irrupción de la moda prêt-à-porter no le supuso un inconveniente ni un obstáculo insalvable en su trayectoria. De inmediato diseño una colección que presentó en la Gala de España; y tanto sus creaciones de alta costura como de moda pronta resultaban inconfundibles y cotizadas.
Las damas y actrices de mayor relevancia de la época lucían los modelos firmados creados por Pertegaz.
En 1997 Pertegaz impactó a la opinión profesional y a los futuros clientes con una colección exclusivamente masculina. Al año siguiente, recibió uno de los galardones que más apreció en su vida por su significado y el de quienes le hacían la entrega: los Reyes de España, Juan Carlos I y Sofía le recompensaban en Santiago de Compostela con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.
Finalizando la década de los noventa se le dedicó una retrospectiva en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, homenajeando a uno de los grandes modistos de la alta costura internacional.
Corría el año 2004 cuando, en posesión de todos los méritos nacionales e internacionales, Pertegaz recibió el encargo de confeccionar el vestido nupcial de doña Leticia Ortiz, prometida del Príncipe Felipe de Borbón, futuro rey Felipe VI de España.
Manuel Pertegaz conocía su oficio a la perfección y lo amaba; perfección que idealizaba en cada una de sus creaciones, elegantes, con encanto, distinguidas, originales y atractivas en grado sumo. Su genialidad de estilo genuinamente español fue admirada en todo el mundo. Supo influir tanto como adaptarse manteniéndose fiel a su estilo.
Manuel Pertegaz
Imagen de modaes.es
Otras distinciones y premios
La Universidad estadounidense de Harvard le otorga el Óscar de la Costura en 1953.
Medalla de Oro de la Ciudad de México en 1966.
Medalla de Oro de la ciudad de Berlín y Medalla de Oro de la ciudad de Boston en 1972.
Medalla de Oro de la Universidad Complutense de Madrid en 1993.
Medalla del Fomento de Artes Decorativas en 1994.
Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona en 1998.
Medalla de Oro Antonio Gaudí y Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 1999.
Concesión de la Aguja de Oro en 2004.
Primer Premio Nacional de Diseño de Moda en 2009.
Artículo complementario
Cristóbal Balenciaga