Al amparo de la reina Isabel la Católica desarrolló toda su capacidad personal e intelectual Luisa de Medrano Bravo de Lagunas, nacida el año 1484 en la entonces localidad soriana de Atienza, posteriormente alcarreña. Humanista, poeta, elocuente y erudita, figura como la primera catedrática en la historia de España.
La influencia de Isabel la Católica, aventajada estudiante de latín y patrocinadora de la educación femenina, determinó en Luisa, como también en Beatriz Galindo, preceptora de la reina, su afinidad por la cultura clásica y las lenguas cultas formándola como humanista, poeta y catedrática de cánones en la Universidad de Salamanca y sustituta de Antonio de Nebrija el año 1508; la primera catedrática que hubo en España. Su hermano Luis fue también catedrático y además rector de la Universidad de Salamanca.
Su abuelo y su padre, Diego López de Medrano, combatieron en la guerra de Granada, falleciendo ambos. En agradecimiento a tal servicio, la reina Isabel se hizo cargo de la madre de Luisa, Magdalena Bravo de Lagunas, y de la educación de los nueve hijos del matrimonio. Los primogénitos fueron heredando el cargo de alcaides de Atienza, mientras que su hermana Catalina, tras servir en la corte, se convirtió en mecenas de la villa, financiando la capilla del convento de San Francisco como panteón familiar.
Luisa de Medrano es contemporánea de mujeres ilustres como Beatriz Galindo La Latina; Beatriz de Bobadilla, consejera y dama preferida de la reina Isabel; Beatriz de Silva, santa, fundadora de la Orden de la Inmaculada Concepción; María Pacheco, docta en latín y griego, en medicina y matemática y muy leída en la Santa Escritura y en todo género de historia; Mencía de Mendoza, noble ilustrada y mecenas de las artes; Juana I de Castilla y Catalina de Aragón, hijas de los Reyes Católicos formadas en humanidades y política para ser reinas y embajadoras de España.
De Luisa de Medrano habla en su Cronicón el canónico de Sigüenza y después rector de la Universidad de Salamanca, Pedro de Torres; y habla el latino Lucio Marineo Sículo en su Opus Epistolarum, escrita 1514, y en Rebus Hispaniae Memorabilibus (De las cosas memorables de España), que tratando a Luisa en su impartición docente expresó admirado: “Tú que en las letras y elocuencia has levantado bien alta la cabeza por encima de los hombres, que eres en España la única niña y tierna joven que trabajas con diligencia y aplicación no la lana sino el libro; no el huso sino la pluma; no la aguja sino el estilo”.