Compartían la intención y estaban dispuestos a materializarla, salvando las discrepancias preliminares; la serie de reuniones de carácter informal y formal confirmaban la transición efectiva. Uno tuvo la idea, pero no fue de repente; nada había improvisado bajo el sol pese a las apariencias. La voz cantante que llevaba tiempo hablando de ponerse en marcha —porque el movimiento se demuestra andando—, de actuar en todos los frentes visibles alcanzando una notoriedad que abre las puertas cerradas —porque la presencia es un factor que condiciona e induce a tomar partido en lo que a todos atañe— y de orientar la corriente impetuosa por los cauces admitidos —las vías del Estado de derecho, en franca remisión por manejos tácitos y expresos—, dio ejemplo con su paso adelante. Uno profirió nítidamente la idea que otros iban madurando o les costaba sacar de su envoltorio y que los terceros asimilaban sorteando obstáculos personales. En ese ...
Repudiados por los suyos, desde el toque de emergencia y para siempre enemigos, se veían cercados por una beligerancia de tierra quemada en un avance arrasador. Aunque firmes en su posición largamente meditada, eran conscientes que tenían las de perder en esa disputa sin árbitro imparcial, sin asistencia equitativa ni igualdad de tratamiento informativo en unos medios de comunicación dirigidos en su contra y tendentes a empujarlos al vacío previa la pena de escarnio y el desprecio público que acompaña a los reprobados. Negada la voz y anulada la presencia, su paso por los cauces de la opinión pública carecía de eco, apenas de rumor cuando el chorro del principio, sonoro y potente, se ha convertido en goteo y las últimas gotas repican agotadas en un baldío. Las declaraciones que tanto revuelo causaron —que no deberían haber causado ese revuelo en ninguna parte ilustrada porque se conocían de antiguo las fisuras en la estructura de la organización política y a nadie esc...