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Entradas

Virtea repertorio: La hez de la intelectualidad

  Había nacido una iniciativa. Salvador Paredes Garriga, el autor de la iniciativa, tras el ufano alumbramiento le dio carrete para de ella obtener el provecho que le imaginaba a bote pronto.     De su intelectualidad propiciada en el caos, el caos esencial y nutricio, el determinismo sensible a las condiciones iniciales, trascendió una energía pura en periodo recolector que a la vuelta del fantástico paseo cósmico, sorteando o atravesando, según vinieran, repulsas de censores a sueldo de la ideología pagadora, le alcanzó la conciencia. Con el feliz y pródigo impacto advinieron los siguientes orígenes, todos definidos en la libre elección de las trayectorias.     Salvador Paredes Garriga agradeció el regalo de los estímulos, y para demostrar su contento fue de cara rechazando los estorbos que buscaban interponerse en un camino que molestaba al pensamiento único, a la dirección única, que ocasionaba un perjuicio evidente a los ideólogos de calle y s...
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Virtea repertorio: Favoritismos de alcoba y gabinete

  El patear intimidatorio de la favorita alfa suena hiriente en el recorrido por las dependencias de la sede política. Está, digamos, de inspección, y su examen al hilo de su inquietud va de fuera adentro y viceversa; hay tanto mundo que vigilar, tanta competencia y tantas ambiciones que someter a control para evitar acosos e intrusiones, para impedir el zarpazo sarcástico de la usurpación. Con mando en plaza, aunque no sea la regencia absoluta, pues ese privilegio corresponde al cacique figurón, la guardia de lacayos en el pesebre —los “apesebrados”— da la novedad al cruzarse con la aspirante cacica, bien posicionada para hacerse con el trono parejo.     Dejándose ver y sentir, la favorita alfa asume con gusto y ganas el papel de corresponsable y coadministradora sobre los bienes raíces, muebles y vacantes de la organización política y dadora de privilegios al sector de afines situados bajo el paraguas de los cargos públicos. Impone su presencia, pero una sombra a...

Virtea repertorio: La invasión

  Vientos de guerra soplan por doquier, aunque, disimulados, no se califican como una emergencia mundial en ninguno de los cuatro puntos cardinales. Es cosa de otros lo que ocurre, también lo que pueda suceder en la distancia; son asuntos que afectan a terceros habitualmente en discordia. Se reprueba el alarmismo que transmite noticias que confunden e inquietan al cuestionar la propaganda, dizque versión oficial. “Esto no pasa aquí, esto no va a pasar aquí, esto no puede pasarnos, nos libraremos de las amenazas y catástrofes gracias a la cornucopia que alimenta el estado placentero, con la provisión ingente de dinero pagando el bien supremo de la tranquilidad, con la garantía harto probada del recurso a los favores y las cesiones”. Queda censurada la difusión de noticias alarmantes; censura y pena a los divulgadores malintencionados, a esos agoreros con ganas de prender fuegos, de avivar incendios, de sacar provecho de las desgracias. Terminantemente prohibido dirigir el foco a la ...

Virtea repertorio: Estampas

Cinco estampas representativas del conjunto.     La primera es de una celebridad en boca de entusiastas, allegados, conocidos, rivales, detractores y contendientes, que no gusta de pasar inadvertida. Pertinaz de la mañana a la noche, se esmera para que su nombre circule junto al sonido y la imagen publicada, con el mérito, puede que también picardía, de seguir manteniendo una distancia íntima; aspecto que le confiere un encanto perdurable. De esa clase de personas cuya divisa es objeto de culto y objeto de odio, destinataria de halago y oprobio según quien lo profiera, encumbrada por la adhesión y la repulsa en una contienda sin tregua ni alianza esporádica. Su luciente vida de modo parejo a su obra, la tangible, propaga una copiosa leyenda que toma forma y se alimenta de la pugna incesante entre los sahumerios y la bilis. Pasea capa de raso y antifaz de pedrería encima de su doble atractivo —querer y no poder— y su agudo ingenio, reincidiendo en aquellas tesis de las que...

Virtea repertorio: El don de la memoria

“¿Qué te dice la memoria?” En un susurro o a gritos, ¿cuál es su lección?     A menudo se preguntaba María Ruiz que le diría su memoria al preguntarle en un trance hipotético —con visos de realidad—, confiando en que no la defraudaría; si las circunstancias apremiaban a definir o a definirse, y puede que las dos cosas a la vez, una voz de conciencia y de consciencia le formulaba la pregunta en el sentido mayéutico con el que el maestro instruye al discípulo: “¿Qué te muestra, en qué incide, de qué te advierte y aconseja la memoria? Escucha, atiende.” Después actuaba en consecuencia, confiando en no defraudarla.     Quien posee una memoria en buen funcionamiento —equivalente a un tesoro inagotable—, mantenida a punto como se hace con una máquina que no debe fallar cuando se la necesita —en cualquier momento—, dispone de una respuesta inmediata que a buen seguro le servirá para no perderse en el laberinto, orientándose hasta en la oscuridad, para no tropezar ...