Checas de Valencia, Murcia y Málaga
Documentación de los historiadores César Alcalá, Eduardo Palomar Baró y César Vidal Manzanares.
La actividad criminal de las checas en la región de Valencia, formada por las provincias de Alicante, Castellón y Valencia, dio inicio al tiempo que surgieron estos lugares de horror en Madrid (capital y alrededores en menor medida) y Barcelona (ciudad, alrededores y resto de Cataluña en menor medida).
Tres fases contemplan la implantación y desarrollo de las checas en Valencia: la primera corresponde al dominio del Comité Ejecutivo Popular (CEP), que actuó impunemente hasta la llegada del gobierno republicano del Frente Popular que huía de Madrid; la segunda corresponde a la hegemonía asaltante, confiscadora y ejecutora del anarquismo (Partido FAI, sindicato CNT), desbandada de este poder terrorífico entre mayo y junio de 1937 con la eliminación de anarquistas y troskistas-poumistas (POUM), junto a las actuaciones del, desde noviembre de 1936, Departamento Especial de Información del Estado (DEDIDE), creado y dirigido por Ángel Galarza Gago, ministro de Gobernación del Frente Popular de la República, establecido en la capital valenciana tras la salida precipitada de Madrid y caído en desgracia por los sucesos de Barcelona en mayo de 1937; la tercera y última corresponde al Servicio de Información Militar (SIM), organizado por el socialista del PSOE Indalecio Prieto.
También se produjeron sacas (salidas clandestinas o por asalto de presos calificados de políticos y demás personas señaladas por el Frente Popular como desafectos y peligrosos de las cárceles para asesinarlos). Los milicianos, encargados de sacar y matar, conducían a los detenidos fundamentalmente a la playa del Saler y al Picadero de Picassent.
El personaje siniestro más destacado en el funcionamiento de las checas y la represión fue Loreto Apellániz García, jefe del SIM en Valencia y, por ende, de la Policía al servicio del Frente Popular. Provenía del Ejército Rojo y de los servicios de contraespionaje, que, por su experiencia, impulsó como tarea en las checas hasta que desaparecieron con el final de la guerra. Otro personaje de calado en las actuaciones criminales fue Agapito García Atadell, quien llegado a Valencia desde Madrid (muy conocido allí) prosiguió su actividad como jefe de checa con igual dedicación y eficacia.
En la región valenciana funcionaron 55 checas con un balance aproximado de 6.200 asesinados.
Alicante capital y provincia: 11 en tierra y 3 en barcos prisión-checa
Cocentaina (CNT-FAI).
Crevillente.
Círculo industrial de Alcoy
Monóvar.
Elda.
Villena.
Checa de la CNT-FAI de Alicante.
Checa de la Santa Faz (PSOE).
Casino de Alicante.
Iglesia convento de las Esclavas.
Checa de la CNT-FAI de Alicante
Castellón capital y provincia: 8 en tierra y 3 en barcos prisión-checa
Convento de las Dominicas de Villarreal.
Checa de Onda
La desesperada (Izquierda Republicana).
Los inseparables (CNT-FAI).
Checa del Partido Comunista.
Checa GPU (POUM).
El amanecer.
La guapa.
Valencia capital y provincia: 37 en tierra más 4 barcos prisión-checa.
Círculo Alcireño de Alcira.
Convento de las Clarisas en Oliva.
Monasterio de Bernardas Fons Salutis en Algemesí.
Cueva en Alcudia de Crespins.
Checa de Foyos.
Colegio Hijas de Cristo Rey de Picasent.
Checa de Onteniente.
Escuelas Pías de Gandía: checa dirigida por Roberto Espinosa Verdú, delegado del gobernador civil de la provincia de Valencia.
Casa Abadía de Villanueva de Castellón.
Seminario de los Trinitarios de Quart de Poblet.
Checa de Xirivella.
Gobierno Civil.
Colegio de los Escolapios de la calle Carniceros (SIM): denominada preventorio número 1.
Checa de la calle Nicolás Salmerón, 9.
Seminario Conciliar.
Iglesia de los Santos Juanes.
Checa de la calle Sorní, 7 (DEDIDE y SIM): Lugar escogido por Loreto Apellániz García.
Casa Mustieles.
Hotel Europa.
Hotel Alhambra.
Radio Museo.
Convento de las Salesas.
Iglesia de San Agustín.
La alameda.
Convento de las Hijas de María.
Puente del Real.
Checa de la calle Sagunto.
Convento de San Julián.
Plaza de Na Jordana.
Chalé Villa Rosa.
Grao de Valencia: Avenida del Puerto, 249 (Comité Metalúrgico).
Colegio del Sagrado Corazón de Jesús en la calle Navellos (DEDIDE y SIM).
Checa de la calle Grabador Esteve (DEDIDE).
Checa de la calle de la FAI.
Checa de la calle Aparisi y Guijarro (FAI).
Checa de Bailia o Baylia (DEDIDE).
El Picadero de Paterna, donde se ejercitan en el tiro al blanco los profesionales de la muerte. Desde agosto de 1936 a enero de 1937 fueron entre cien y trescientos los conducidos diariamente a la checa: torturados todos y asesinados muchos. La última actividad criminal se registró en otoño de 1938 con el traslado a esta checa de centenares de presos procedentes de cualquier lugar de España.
Santa Úrsula (DEDIDE): dirigida primero por el comisario Juan Cobo; luego por el comandante Justiniano García, jefe de la escolta del ministro Galarza; después por el capitán de milicias Alberto Vázquez y sus dos hermanos, y otros que se habían ejercitado en la checa madrileña de Marqués de Riscal; era jefe del operativo extranjero un ruso que se hizo llamar Peter Sonin (su nombre era Schaja Kindemann y era de origen polaco) y su mujer que se hizo llamar Berta.
El año 1943 fue acreditado en Valencia el asesinato de 507 mujeres durante la represión del Frente Popular.
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Checas en Murcia
Instalada en la calle del Triquete de la capital murciana y luego trasladada a un edificio sito en la calle Frenería, llamada checa de la Madre de Dios (por la proximidad con la calle homónima), la controlaban y dirigían los comunistas. Los principales responsables eran Ramón Torrecillas Guijarro y Domingo Ranchal, agentes de Policía enviados a Murcia con el nombrado gobernador civil, el también comunista Luis Cabo Giorla. Los tres formaron varias brigadas que practicaban registros con saqueo, detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos.
Hubo otros locales, exentos de tal denominación, pertenecientes a los partidos políticos integrantes del Frente Popular, en función de checas.
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Checas en Málaga
Unificadas las instalaciones de corte chequista, la actividad criminal se ubicó en el Comité de Salud Pública, controlado por los anarquistas y anarcosindicalistas (FAI-CNT). De agosto de 1936 a febrero de 1937, fecha en que fue liberada la ciudad, se contabilizan por lo bajo mil cien asesinados.