En la segunda mitad del siglo XIX nació María del Carmen Ortiz de Arce, a quien la humanidad debe la invención de un sistema de lectura y escritura para invidentes y videntes, conocido como Regleta Sor.
Monja y maestra en la Casa de Caridad de Barcelona, dedicada en cuerpo y alma al cuidado y educación de los niños ciegos, fundó para ellos en ese lugar una escuela. Quiso proporcionar a los niños invidentes un sistema de comunicación que a la par sirviera a las personas videntes para la misma tarea, favoreciendo la relación. El invento, exclusivamente de su titularidad, patentado el 5 de julio de 1909, y puesto en práctica en noviembre del corriente, fue bautizado con el nombre de Sistema Sor (a ella se le llamaba Sor Perboire), abarcaba la lectura y la escritura. Mediante una regleta y un punzón de bronce funcionaba el Sistema Sor. Con el punzón se trazaban caracteres en relieve, visibles, en la regleta, aptos para el sistema Braille y el Llorens; lo que significaba que los textos escritos por videntes con tales caracteres eran detectados y leídos al tacto por los invidentes. Durante una década fue un sistema utilizado.
La regleta del Sistema Sor consta de tres renglones con veinticinco cajetines y sendos pequeños rectángulos sobre ellos, de mayores dimensiones que en el sistema Braille. La articulación de la rejilla es por tres bisagras; en las esquinas de la plancha hay correspondientes cuatro pivotes, minúsculos, que se insertan en sendos agujeros de la rejilla para una mayor sujeción al papel. En el lado inferior derecho sobresale un pequeño apéndice que sirve para levantar la rejilla.