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Laureados Antonio Fuentes y Cesáreo Moreno

Antonio Fuentes Clemente, soldado del Regimiento Inmemorial del Rey n.º 1. Cruz Laureada de San Fernando por el combate en las inmediaciones de la loma de Los Arapiles el 3 de agosto de 1914. Campañas de Marruecos.

    Tras la descarga efectuada por el enemigo contra la fuerza que salía en descubierta. El teniente que la dirigía ordenó lanzarse a la bayoneta hacia la zona rocosa de donde partía la agresión, cayendo bajo el incesante fuego muertos o heridos el indicado oficial y varios individuos de tropa, siendo el soldado Antonio Fuentes Clemente el primero en llegar al parapeto rocoso y batirse cuerpo a cuerpo con el enemigo al que causó una baja.

Nacido en el municipio zamorano de Villar de Farfón el año 1890, ingresó en el Ejército como soldado de reemplazo el año 1911.

    Con su Regimiento, el Inmemorial del Rey, desembarcó en Ceuta en 1913 para de inmediato guarnecer posiciones en Laucien y el Rincón de Medik, y posteriormente actuar en las operaciones de Ben Karrich, Ben Amran y Loma Amarilla, y al año siguiente defendiendo las posiciones de Loma Amarilla y las de la loma de Los Arapiles, obteniendo en este combate la Cruz Laureada de San Fernando.

    En enero de 1915 se incorporó a su regimiento en Madrid y fue ascendido a cabo. El coronel jefe del Regimiento Inmemorial del Rey, el también laureado Pío López Pozas, pronunció un discurso que aquí resumimos:

“¡Soldados del Inmemorial! Todos sabéis que a nuestro compañero D. Antonio Fuentes Clemente le fue impuesta en el campamento de Tetuán, con la solemnidad que marca el reglamento de la Orden de San Fernando, la Cruz Laureada que ostenta en su valiente pecho. Justo era, puesto que allí ocurrió el hecho que le hizo acreedor a tan alta recompensa, se celebrara ante su batallón para que sirviera de estímulo y ejemplo a las fuerzas que componen el Ejército de operaciones.

”Su Majestad el Rey, al firmar la concesión, se apresuró a felicitar a nuestro soldado predilecto y en nombre de su augusto hijo, el Príncipe de Asturias, le regaló las condecoraciones, demostrando con esto que está en espíritu con nosotros, toma parte en nuestras alegrías, premiando nuestras buenas acciones, y, por último, ayer se dignó estrechar su mano y al felicitarle le encargó lo hiciese en su nombre a su anciana madre, diciéndole que ya que la Patria le había separado de su hijo para convertirlo en soldado, por necesitar su esfuerzo en los campos africanos para mantener su prestigio, una vez cumplido su deber se lo devolvía cubierto de laureles en premio a su brillante comportamiento.

”Dediquemos un recuerdo a nuestros camaradas que hicieron el sacrificio de sus vidas en el altar de la Patria, y gritad conmigo: ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva el Ejército de África!”

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Cesáreo Moreno Terrón, soldado del Regimiento Inmemorial del Rey n.º 1. Cruz Laureada de San Fernando por el combate en las inmediaciones de la loma de Los Arapiles el 3 de agosto de 1914. Campañas de Marruecos.

    Tras la descarga efectuada por el enemigo contra la fuerza que salía en descubierta. El teniente que la dirigía ordenó lanzarse a la bayoneta hacia la zona rocosa de donde partía la agresión, cayendo bajo el incesante fuego muertos o heridos el indicado oficial y varios individuos de tropa, siendo el soldado Cesáreo Moreno Terrón el segundo en llegar al parapeto rocoso y batirse cuerpo a cuerpo contra el enemigo con inusitada energía y bravura.

Nacido en el municipio cacereño de Navas del Madroño el año 1890, se incorporó en 1912 como soldado de reemplazo al Regimiento Inmemorial del Rey. Al año siguiente embarcó hacia Ceuta y fue destacado a Laucien, tomando parte enseguida en los combates de Ben Karrich, Ben Amran y Loma Amarilla; posteriormente fue destacado a Río Martín.

    En la misma acción en las inmediaciones de la loma de Los Arapiles el año 1914 que su compañero el soldado Antonio Fuentes Clemente, obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando.

    En coronel jefe del Regimiento Inmemorial del Rey, el también laureado Pío López Pozas, le acompañó a palacio para presentárselo al rey Alfonso XIII, quien pidió detalles del hecho de armas por el que ganó la Laureada felicitándolo.

    Al imponérsele la Cruz Laureada el 15 de abril de 1915, durante la ceremonia de Jura de Bandera de los soldados del Regimiento Inmemorial del Rey, el coronel López Pozas había insertado el siguiente texto en la orden del día anterior, que extractamos:

“Una vez más ante la bandera se consagra un héroe de este regimiento, y una vez más queda demostrado que el valor, cuando las circunstancias lo exigen, no tiene más límite que el de la vida.

”El valor hizo olvidar al soldado Moreno que no estaba armado y solamente con el palo de la camilla, pues su función era la de recoger los muertos y heridos, se fue hacia el enemigo y luchó bravamente cuerpo a cuerpo al lado de otro laureado, D. Antonio Fuentes Clemente, dando lugar a que éste pudiese hacer uso de su arma y entre los dos poner en fuga al enemigo.

”Ejemplo es éste de compañerismo, abnegación y valor, que por mi mano y en nombre de nuestro Rey y nuestra Patria será recompensado, imponiendo en el pecho del héroe el laurel de la gloria.

”El primer batallón representa hoy a todo el regimiento en la campaña; nuestro nombre está en sus manos, y esta representación la admiten de tal modo desde el Jefe hasta el último d ellos soldados, que los que allá os vais tened presente siempre a D. Cesáreo Moreno y D. Antonio Fuentes, para que sirva de norma de comportamiento a los del Inmemorial de África.

”El acto de mañana será de homenaje al laureado que vuelve del Rif y de despedida a los nuevos soldados que pronto marcharán; por lo tanto, cumple dar para el uno y para los otros un ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva el primer batallón!”

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