Nacido en Granada el año 1628, Pedro de Mena y Medrano se formó como escultor en el taller de su padre, Alonso de Mena. Con 18 años, fallecido su padre, se hizo cargo del taller en 1646 y siguió formándose con Bernardo de Mora. En 1652 compartió taller con el arquitecto, escultor y pintor Alonso Cano, nacido en 1601, instalado entonces en la ciudad de Granada. Desarrolló su carrera profesional entre Granada, Málaga, donde estableció talleres, Madrid y Toledo, donde fue maestro mayor de escultura de la catedral de Santa María. Su principal discípulo fue Miguel Félix de Zayas.
Es característico en la producción escultórica de Pedro de Mena que toda la producción es de temática religiosa excepto las imágenes de los Reyes Católicos de la catedral metropolitana de la Encarnación de Granada y de la santa iglesia catedral basílica de la Encarnación de Málaga, ambas de 1676; la expresividad espiritual de las imágenes orientada por el Concilio de Trento (1545-1563) y la Contrarreforma; imágenes por lo común de pequeño tamaño y presentada de manera aislada, tratadas con realismo; una policromía en tonos intensos con el propósito de acentuarlos; las ropas son de pliegue fino.
Elegante hasta en la forma de exteriorizar los sentimientos de sus personajes.
Tras conocer la imaginería castellana en Madrid y Toledo entre 1662 y 1663, simplificó las formas y volúmenes e intensificó el contenido espiritual.
Las etapas en la escultura de Pedro de Mena son: la granadina, de 1646 a 1658; la malacitana, de 1658 a 1662; la madrileña, de 1662 a 1663; y la andaluza, de 1663 a 1688.
En la etapa granadina se aprecia la influencia de su padre y de Alonso Cano. Destacan las obras San Francisco Solano, de tamaño natural y con los atributos del santo, y San Pedro y San Pablo, de tamaño mediano, en las que destaca la policromía estofada y las vestiduras de pliegues finos. Incorporado Alonso Cano al taller de Pedro de Mena en 1652, destacan las esculturas de San Diego de Alcalá y San Pedro de Alcántara. Otras imágenes de estos años son San José, San Antonio con el Niño y San Elías.
San Diego de Alcalá (1657)
En la etapa malacitana se ocupó de la terminación de la sillería del coro de la Santa iglesia catedral basílica de la Encarnación de Málaga (1658), iniciada por Luis Ortiz de Vargas en 1630; realizó cuarenta paneles con imágenes de santos en altorrelieve, entre otros San Lucas, San Ignacio de Loyola, San Agustín, San Ciriaco, Santa Paula, San Sebastián y San Jerónimo. Esta obra le proporcionó la fama y el prestigio que le condujo a Madrid.
Paneles para la sillería del coro de la Santa iglesia catedral basílica de la Encarnación de Málaga (1658)
En la etapa madrileña, desarrolladaentre Madrid y Toledo, también con influencia de Alonso Cano, destaca la imagen San Francisco de Asís (1663), en la catedral toledana de santa María. Su obra maestra, Magdalena penitente (1664), encargo de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús de Madrid, presenta a María Magdalena como una prostituta joven, arrepentida y penitente, en tamaño natural con la que determinó el modelo devocional del arrepentimiento, imitado en adelante.
Magdalena penitente (1664)
San Francisco de Asís (1663)
En la etapa andaluza,desarrollada en sendos talleres de Granada y Málaga, donde tuvo abiertos sendos talleres, fijó dos tipos devocionales: el Ecce Homo, representación de Jesús de Nazaret después de sufrir los azotes, y la Dolorosa, representando la aflicción de la Virgen María por la muerte de su hijo. Fue idea propia la de emparejar los bustos como se aprecia en la iglesia de San Luis de los Franceses de Sevilla y la peruana de San Pedro de Lima. Otra escultura señera de esta etapa es San Juan Bautista Niño (1674).
Ecce Homo del monasterio de Nuestra Señora de la Visitación o de las Descalzas Reales de Madrid (1673)
Mater Dolorosa de la iglesia de Santa María de la Victoria de Málaga (1675)
San Juan Bautista Niño (1674)
Los únicos conjuntos de temática no religiosa que hizo Pedro de Mena fueron las efigies de los Reyes Católicos de la catedral metropolitana de la Encarnación de Granada, situadas en la Capilla mayor, y de la Santa iglesia catedral basílica de la Encarnación de Málaga, ubicadas en la Capilla de la Virgen de los Reyes; ambas de 1676.