Nacido en la localidad francesa de Joigny el año 1506, Juan de Juni es un gran escultor tallista del siglo XVI español, creador junto a su amigo Alonso Berruguete de la escuela castellana de escultura, realizando la transición del Renacimiento al manierismo y anticipando el naturalismo barroco.
Formado como escultor en Francia e Italia, desarrolló su carrera escultórica de fama en España. Su aprendizaje le influyó en el tratamiento y plegado de los ropajes, las expresiones dramáticas caracterizando a los personajes y la composición en hélice y los escorzos que recuerdan la maestría de Miguel Ángel.
En 1535 se instaló en España, primero en León, luego en Salamanca y desde 1537 en Valladolid.
Obras
La escultura de Juan de Juni es casi siempre de temática religiosa, realizada con barro cocido, alabastro, madera y piedra, alcanzando con cualquiera de estos materiales un alto rendimiento artístico; el uso de policromía es en tonos intensos, las composiciones son simétricas, las figuras son muy expresivas y presentan un estudio anatómico perfecto y los pliegues de las ropas son amplios y pesados.
Sus primeras obras aparecen en el convento de san Marcos de León: los medallones de la fachada; los relieves Descendimiento, en uno de los tabernáculos de la fachada de la iglesia, y Nacimiento de Cristo, en el interior del claustro; y parte de la sillería del coro de la iglesia.
En la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco se encuentran los grupos escultóricos Martirio de san Sebastián, una composición simétrica en barro cocido policromado, y San Jerónimo penitente, de línea serpenteante; ambos terminados en 1538 y presentes en el convento de san Francisco.
Sepulcro de don Diego del Barco, de 1539, en la localidad vallisoletana de Villalón
El Sepulcro del arcediano Gutierre de Castro (1540), en la catedral vieja de Salamanca, fue realizado en piedra arenisca policromada y colores lisos; es del tipo arcosolio, de medio punto, con arquivolta poblada de angelotes y enmarcado por dos columnas corintias. Todas las figuras están vinculadas por medio de las manos. La Virgen ocupa el centro de la composición con Cristo sobre sus rodillas en escorzo; también aparecen san Juan, santa Ana, María Magdalena y María Salomé.
El Entierro de Cristo, datado en 1544, encargo de fray Antonio de Guevara, obispo de Mondoñedo, para el convento de San Francisco de Valladolid. Integran el conjunto siete figuras en disposición simétrica: José de Arimatea y María Salomé, a la izquierda, la Virgen y san Juan, en el centro, detrás de Cristo yacente, y Nicodemo y María Magdalena, a la derecha. Resalta el dramatismo en la expresión de los personajes.
El Retablo de la iglesia de Santa María de la Antigua, hoy en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Valladolid, iniciado en 1545 finalizó en 1562. El retablo presenta predela, tres cuerpos y ático, es de estilo manierista. También es manierista el Retablo mayor de la catedral de la Asunción de Burgo de Osma (1554), villa en la provincia de Soria. La escena Dormición de la Virgen se enmarca en un arco serliano (de medio punto en el centro y a ambos lados una ventilación adintelada que consigue ligereza y luminosidad) que rompe la estructura tradicional de los retablos en calles.
De 1557 es el Retablo de la Capilla de don Álvaro de Benavente, en la iglesia de santa María en Medina de Rioseco, que presenta dos ternes imaginativos coronados por una bella Inmaculada.
Retablo de doña Francisca de Villafañe, en el convento vallisoletano de san Benito, del que se conservan las esculturas de san Juan Bautista y de la Magdalena.
El Entierro de Cristo en la catedral de Santa María de Segovia, fechado en 1570, forma parte del retablo de la capilla de la Piedad. Se trata de un altorrelieve donde Cristo yacente aparece en primer plano y tras él, de izquierda a derecha, José de Arimatea, María Magdalena, la Virgen María, san Juan, María Salomé y Nicodemo.
Una de sus últimas obras es La Piedad de Medina del Campo, de 1575, en la que el esquema clásico piramidal deja paso al trapezoidal irregular con gesto contenido en los personajes. San Segundo, de Ávila, en alabastro. Virgen de las Angustias, fechada entre 1570 y 1575, en la iglesia homónima de Valladolid, representación conmovedora de la Virgen Dolorosa.
Entierro de Cristo en el antiguo convento de San Francisco de Valladolid
Martirio de san Esteban
Sepulcro del arcediano Gutierre de Castro
Retablo mayor de la catedral de la Asunción del Burgo de Osma
El Entierro de Cristo de la catedral de Santa María de Segovia
Juan de Juni fue un técnico consumado, con una escultura de buen acabado formal e interesado en la acentuación del realismo que supuso un claro antecedente del naturalismo barroco.
Su estilo trascendió a los imagineros castellanos del siglo XVII.