El valenciano Francisco Pascual Orchell Ferrer, reputado hebraísta español, filólogo y lingüista nacido en 1762, ideó una teoría sobre la formación de los sonidos articulares —teoría de la voz humana— en la que intuyó aspectos como la resonancia y la cavidad resonadora, y expuso un triángulo de vocales —el triángulo oral— precursor de un sistema mínimo de vocales cardinales.
La teoría de Orchell sobre la formación y estructura de las vocales
“La voz humana es un verdadero sonido, y produciéndose éste por el movimiento primario del cuerpo, que los físicos llaman sonoro, comunicado luego este movimiento del aire, que puede decirse el conductor o vehículo del sonido, es consiguiente que ambas circunstancias concurran a la formación de la voz.”
Es cierto que el sonido tiene su origen en la vibración de un cuerpo y que la transmisión hasta el oído la realiza el aire. También es cierto que los movimientos de los órganos de la locución son los originadores del sonido de la voz, aunque Orchell no tiene en cuenta que la acción de la laringe, es decir, las cuerdas vocales que son las responsables originarias de las vocales y de la sonoridad de las consonantes sonoras. Para Orchell existe una relación plena entre consonante y vocal que imposibilita a la una sin la otra, con lo que rechaza la pronunciación por separado de vocales y consonantes. Pero aun siendo errónea esta apreciación formulada en 1807, al ser portadoras las vocales de los índices consonánticos, tiene razón Orchell en su afirmación pues mediante las transiciones vocálicas averiguamos los puntos de articulación de las consonantes vecinas debido a que el movimiento de los órganos de la locución configura la onda sonora que caracteriza toda coarticulación.
“La voz humana es un verdadero sonido articulado. Es el resultado del movimiento trémulo, recíproco o de vibración de un cuerpo, y del aire reflejado que transmite al oído este movimiento. El movimiento de los órganos de la locución constituye la primera parte; el aire que al hablar mueve la garganta, el paladar, la lengua, dientes o labios, reflejado secundariamente en algún paraje de la boca, es lo que constituye la segunda y completa y determina el sonido.”
El triángulo oral de Orchell
Orchell, hebraísta, expuso: “Así como las vocales detenidas respecto al tiempo, esto es, a su mayor o menor pausa, son largas o breves, así con respecto al lugar de su detención tienen varios sonidos. Los más usados son cinco: gutural, palatino y labial, es a saber: a, i, u, con dos medios: la e, entre gutural y palatino, y la o, entre gutural y labial. Estas dos últimas vocales medias pueden acercarse más a uno de sus dos puntos extremos, y por ello ser más o menos abiertas”.
Es admirable como precisa correctamente la naturaleza totalmente diferente de la cantidad vocálica y el timbre.
Es su discípulo Antonio María García Blanco —catedrático de hebreo en la Facultad de Teología de la Universidad Literaria de Madrid, de Lengua hebrea en la Universidad de Madrid y decano de su Facultad en Filosofía y Letras— quien expone con claridad en 1846 el concepto orchelliano de triángulo y de vocales cardinales: “Estas mociones vocales, o sea vibraciones del aire movido por los órganos, se efectúan en tres puntos cardinales de la boca, a saber: garganta, paladar y labios, o en los espacios intermedios. Si la reflexión del aire se hace en la garganta el movimiento orgánico suena con vocal a, si en el paladar con vocal i, y si en los labios con u; de consiguiente las vocales a, i, u, son cardinales de un triángulo que puede considerarse tirado desde la garganta a los labios, y desde cada uno de estos puntos al paladar. Estas son las vocales fundamentales de todo idioma: el arábigo y el pérsico no reconocen otras; todas las demás que hay en otras lenguas y aun en la hebrea misma son vocales intermedias que varían de sonido, y son más claras o más oscuras, más abiertas o más cerradas, más o menos sonoras según que la vibración se hace en paraje más próximo al paladar que a la garganta o ésta más que a los labios o viceversa”.
La teoría del triángulo orcheliano se basa principalmente en el aspecto acústico-auditivo en vez de en el articulatorio de otras teorías precedentes. Pretende ser un sistema por el cual se explica la naturaleza de las vocales a partir de los tres puntos cardinales.
Importancia histórica de la teoría de Orchell
Puede considerarse a Francisco Orchell precursor de teorías fonéticas que adquirieron notoriedad posteriormente: de la resonancia, que no fue expuesta en sus términos hasta 1862; del triángulo vocálico, en 1807; de la teoría de las vocales cardinales, en 1846.
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