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El impulso decisivo a la Reconquista. Batalla de Simancas

La batalla de Simancas, que en agosto de 939 enfrentó a una alianza cristiana dirigida por Ramiro II de León con el ejército del califa de Córdoba Abderramán III (Abd al-Rahmán ibn Muhámmad), supuso la afirmación en el largo proceso de la Reconquista.

El califato de Córdoba aspiraba a conquistar el reino cristiano de León tomando la ciudad de Zamora. Para conseguirlo reunió un formidable ejército provenientes la mayor parte de sus hombres del territorio califal peninsular y del norte de África; aproximadamente cien mil soldados de infantería y caballería.

    El ejército atacante y el ejército defensor se dieron vista el primero de agosto del año 939 en el margen derecho del río Pisuerga, afluente del Duero, que establecía frontera, a las puertas de la localidad de Simancas, actualmente en la provincia de Valladolid y a poca distancia de la capital. Entrando en combate el día 6.

    La batalla registró una gran violencia desde su inicio, empujando sin concierto los atacantes, resistiendo con acierto los defensores, y hasta que finalizó cuatro días después, el 10 de agosto, con la derrota musulmana. Precipitadamente, Abderramán III decidió regresar a Córdoba a rehacer su ejército dando la impresión pública de haber vencido a los cristianos. Ante esta determinación de su enemigo, Ramiro II emprendió un hostigamiento sobre la marcha del ejército en retirada. Tras unas jornadas sin descanso para nadie, pero favorables al interés de los cristianos, los musulmanes camino de Atienza llegaron a un paraje de barrancos y gargantas (Alhándega para los cronistas árabes) en tierras de Soria, y allí fueron diezmados el 21 de agosto.

    La victoria cristiana resultó aplastante y, también de mucha importancia, facilitadora de la repoblación de Salamanca, Peñaranda de Bracamonte, Sepúlveda, Ledesma y Vitigudino, a cargo del rey leonés Ramiro II; y, asimismo, de la repoblación de Peñafiel y Cuéllar encomendada al conde castellano Asur Fernández. Consolidada la frontera del Duero, la repoblación continuó después hacia el río Tormes.

Artículos complementarios

    Don Pelayo y Covadonga

    Las dos batallas de Clavijo

    Batalla del Salado y Ordenamiento de Alcalá

    Las Navas de Tolosa


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