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¡Santiago! La batalla de Clavijo

La Reconquista: Las dos batallas de Clavijo

Ramiro I y Ordoño I



El 23 de mayo de 844, las tropas cristianas de Ramiro I derrotaron en Clavijo a los musulmanes con la ayuda del apóstol Santiago.
Este hecho de armas enmarcado en la Reconquista, es documentado tres siglos después, en el XII, por el canónigo de Compostela Pedro Marcio, quien explica que copió un documento original del monarca asturiano Ramiro I. En él se determina un privilegio, llamado Voto de Santiago, a favor de la mitra compostelana por la intercesión del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo. Posteriormente al relato de Pedro Marcio, en el siglo XIII se datan las primeras crónicas de mayor fiabilidad escritas por los obispos Lucas de Tuy y Jiménez de Rada, en las que se confirma la realidad de la batalla de Clavijo en el siglo IX.
    También explicita el citado documento, en la versión del propio rey, el acontecimiento que culminó en victoria, no sin grande sacrificio para su hueste. A nobles y plebeyos había convocado Ramiro I para en dirección a Nájera, combatir a los musulmanes en el lugar de Albelda (Albelda de Iregua, en La Rioja), próximo a Clavijo y su cerro, donde a la batalla se unió la leyenda. El primer choque con los musulmanes, de fuerza superior a los cristianos, supuso un revés para éstos, a los que no quedó otra que agruparse en el cerro de Clavijo y dejar transcurrir la noche entre plegarias. Las horas nocturnas además de incertidumbre acompañaron con una visión al rey Ramiro, la del apóstol Santiago que le habló con el siguiente mensaje: “Buen ánimo y ten valor, pues yo he de venir en tu ayuda y mañana, con el poder de Dios, vencerás a toda esta muchedumbre de enemigos, por quienes te ves cercado”. La veracidad de las palabras se consumaría al cruzar las lanzas los dos ejércitos, pues en ese momento, y a ojos de ambos enfrentados, en el cielo aparecería el apóstol vestido de blanco, a lomos de un corcel blanco y portando un estandarte de idéntico color.
    El breve reinado de Ramiro I, entre los años 842 y 850, cuyo estandarte era una cruz roja sobre fondo blanco, se caracterizó por el continuo guerrear de los cristianos contra musulmanes y normandos; entre otros motivos, por la gravosa y humillante imposición de tributos, destacando el de especie que obligaba a la entrega de cien doncellas a la autoridad musulmana inmediata.

Corrado Giaquinto: Batalla de Clavijo (1755-6).

Imagen de museodelprado.es

La otra batalla de Clavijo, la batalla de Albelda, acaecida el año 859 (hubo una batalla anterior en Albelda el año 852 con los mismos protagonistas), se produjo durante el reinado de Ordoño I, hijo y heredero de Ramiro I. Por aquel entonces, quedan registrados en los anales diversos combates alrededor de Clavijo. Ordoño cercó la ciudad de Albelda de Iregua con un poderoso ejército cuya base se situaba en el monte Laturce, es decir, el cerro de Clavijo. Es aquí donde se enfrenta a Muza (Musa Ibn Musa, gobernador de Zaragoza) y le vence, recuperando la citada localidad.


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