Ir al contenido principal

Una operación naval audaz e insólita

Los cruceros auxiliares Ciudad de Valencia y Ciudad de Alicante en el Mar del Norte



A finales de 1938, una operación de la Marina de Guerra Nacional ejecutada con éxito por los cruceros auxiliares Ciudad de Valencia y Ciudad de Alicante, acabó con las rutas mercantes proyectadas entre puertos soviéticos y puertos ingleses, franceses y el belga de Amberes que utilizaba la flota del Frente Popular. La noticia de esta acción naval llegó pronta y cumplidamente a todos los gobiernos europeos, en los que cundió el asombro por la trascendencia de la hazaña y lo inesperado de la acción naval.
    Cabe indicar que no cundía el deseo de navegar hasta la Unión Soviética ni en los armadores, que mantenían amarrada o internada su flota en los citados puertos atlánticos, ni en los oficiales ni tripulaciones (mayormente de la CNT y la FAI), ya que una vez allí quedarían, barcos y hombres, en poder y al albur de las autoridades soviéticas.
    Una parte de la flota mercante al servicio del gobierno del Frente Popular estaba controlada por la embajada española en París, que fletaba los buques en régimen tramp (de fletamentos) o de gran cabotaje, lo que proporcionaba importantes divisas para la adquisición de armamento. El gobierno del Frente Popular instalado en Valencia pretendió dirigir los barcos, pero la comisión técnica de la embajada era contraria y ponía constantes impedimentos a la decisión política que fomentaba el internamiento en Rusia de los barcos españoles, como había sucedido con los buques correo. Pero, no obstante, la ostentación de tráfico con pabellón republicano era notoria en esas aguas.
    El número de buques internados era de: 17 en Reino Unido, 6 en Amberes, 1 en La Rochelle y 1 en Burdeos; más 12 que ya habían sido derivados al puerto soviético de Leningrado. Conociendo la inminencia del traslado de esos 25 a reunirse con los de Leningrado, el Estado Mayor de la Armada, con el almirante Juan Cervera Valderrama a su frente, dispuso una operación de vigilancia sobre los accesos al mar Báltico para evitar perder más barcos.

Juan Cervera Valderrama

Imagen de tesorosdelayer.com

El 24 de septiembre de 1938 quedaron alistados los cruceros auxiliares Ciudad de Valencia y Ciudad de Alicante, a los que se encomendó la tarea de operar conjuntamente en aguas del Mar del Norte de forma que pareciera un solo barco y desprovisto de bandera, el Nadir, que era el nombre adjudicado al Ciudad de Valencia que mandaba el capitán de corbeta Juan José Jáuregui y Gil Delgado. En caso de necesidad los dos barcos debían recalar en el puerto alemán de Emden.
Zarparon de Santander los dos barcos el 20 de octubre, artillados con un cañón de 120 mm Vickers y dos cañones de 101 mm Vickers, un cañón Nordenfeldt de 57 mm, dos antiaéreos Vickers de 47mm y una ametralladora Breda de 13’3 mm. Ambos cruceros embarcaban su propia dotación, formada por tripulantes civiles de tiempo de paz militarizados; los mandos superiores eran oficiales del Cuerpo General de la Armada y todos los demás oficiales eran de la Reserva Naval; la dotación estrictamente naval la formaban una sección de Infantería de Marina y los artilleros de las piezas.
El resultado de la operación naval, tan audaz como insólita, fue el apetecido por la Marina de Guerra Nacional, interceptadas las rutas y acabado con el tráfico marítimo de la flota mercante del Frente Popular. Al éxito de estos dos propósitos se unió el de haber hundido el gran mercante Cantabria (ex Alfonso Pérez), en el límite de las aguas jurisdiccionales británicas en el Mar del Norte (o en el estuario del río Támesis), la captura del carbonero Río Miera y su conducción a España, la inutilización del mercante Guernica, que embarrancó en la costa noruega de Niddingen al intentar evitar su captura por los cruceros auxiliares, y el internamiento definitivo de la motonave Sil en Inglaterra, del mercante Cabo Quintres en Bergen, con tripulación rusa, y del carguero Josiña en otro puerto Noruega; la motonave Sil y el carbonero Río Miera procedían de puertos soviéticos en el mar Báltico, el Guernica navegaba a la altura del estrecho de Skagerrak, entre Noruega y Dinamarca.

Crucero auxiliar Ciudad de Valencia.

Imagen de trasmeships.es

Una vez reconocido el Gobierno nacional por el británico el 27 de febrero de 1939, el Ciudad de Valencia se dirigió a Inglaterra embarcando a las tripulaciones con las que retornarían a España los buques allí internados.

Crucero auxiliar Ciudad de Valencia.

Imagen de delamarydelosbarcos.wordpress.com


Entradas populares de este blog

Las tres vías místicas. San Juan de la Cruz

Siglo de Oro: La mística de san Juan de la Cruz Juan de Yepes y Álvarez, religioso y poeta español, nacido en Fontiveros, provincia de Ávila, el año 1542, estudió con los jesuitas, trabajó como camillero en el hospital de Medina del Campo, e ingresó a los diecinueve años como novicio en el colegio de los carmelitas con el nombre de fray Juan de Santo Matía. Prosiguió sus estudios en Salamanca y en 1567 fue ordenado sacerdote. Regresó entonces a Medina del Campo, donde conoció a santa Teresa de Jesús, quien acababa de fundar el primer convento reformado de la orden carmelita y que tanto le había de influir en el futuro. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús Imagen de stj500.com Juan de la Cruz se hallaba animado de los mismos deseos reformadores de la santa, y había conseguido el permiso de sus superiores para mantenerse en la vieja y austera devoción de su orden.; desde ese momento tomó el nombre de fray Juan de la Cruz y comenzó la reforma del Carmelo masculin

Antropología de la esperanza. Pedro Laín Entralgo

Médico, antropólogo, filósofo y ensayista, Pedro Laín Entralgo, nacido en la turolense localidad de Urrea de Gaén el año 1908, estudió medicina y química y fue profesor de Historia de la Medicina en la Universidad Complutense hasta 1978, año en que se jubiló de la docencia presencial, fundador de las revistas  Cuadernos Hispanoamericanos ,  Archivos Iberoamericanos de Historia de la Medicina  y  Asclepio  y miembro y presidente de la Real Academia Española, de la de Medicina y de la de Historia. Ha publicado numerosos trabajos de investigación en el campo médico, por ejemplo  Medicina e Historia , de 1941;  Estudios de historia de la medicina y antropología médica , de 1943;  Mysterium doloris: Hacia una teología cristiana de la enfermedad , de 1955;  La relación médico-enfermo: historia y teoría , de 1964,  El médico y el enfermo , de 1969;  Ciencia y vida , de 1970;  La medicina actual , de 1973; y  Ciencia, técnica y medicina , de 1986. Ha estudiado y trabajado cuestiones propias de