Nacido en Madrid o Toledo hacia 1515, el arquitecto renacentista Juan Bautista de Toledo estaba en Roma los años 1546 a 1548 trabajando con Miguel Ángel Buonarroti en calidad de segundo arquitecto construyendo la Basílica de San Pedro de Roma; entonces se le conocía por el nombre de Juan Bautista de Alfonsis y por el apelativo de el valiente español; conceptuado su valor en el sentido de grandioso, capaz de realizar en piedra los monumentos renacentistas.
De Roma pasó a Nápoles a las órdenes del virrey Pedro de Toledo con el cargo de director de las obras reales, y fue nombrado por el emperador Carlos I Director de las Obras Reales. Allí realiza obras de fortificación y de urbanismo, remodelando el barrio antiguo con una calle de reforma que en la actualidad continúa siendo su arteria principal.
Convento de las Descalzas Reales
Imagen de madridconencato-siema.blogspot.com
En junio de 1559 y desde Gante el rey Felipe II le ordena trasladarse a España, en concreto a Madrid, para que dirija las construcciones de la monarquía con el título de Arquitecto real. Destacamos entre las obras de la monarquía la Fachada de las Descalzas Reales, la remodelación de algunas dependencias del Alcázar de Madrid y el Palacio de Aranjuez. El palacio lo trazó Juan Bautista de Toledo en 1561, también diseñando los jardines y los de la Huerta de los Árboles, con la utilización de granito rojo y piedra blanca. De Juan Bautista de Toledo es el cuerpo del lado derecho, con cúpula que corresponde a la capilla de plan central de tres cuerpos. El continuador de las obras es Juan de Herrera.
Alcázar de Madrid
Imagen de Telemadrid
El primer director de las obras para construir el Monasterio de El Escorial fue Juan Bautista de Toledo. Suya es la traza del Monasterio y puso su primera piedra el 23 de abril de 1563. Personaje sabio, era altamente valorada su cultura neoplatónica y sus conocimientos de latín, griego, filosofía y matemática.
Circunscribió todo el conjunto dentro de un rectángulo, del cual sólo se proyectan hacia fuera los aposentos reales. Las iglesia-panteón está situada en el centro del conjunto arquitectónico, en el eje, y a cada lado se distribuyen con absoluta simetría los patios y dependencias, el convento, la biblioteca y la pinacoteca.