Ir al contenido principal

San Dámaso I papa

A san Dámaso I, elegido papa en el año 366, con un pontificado de dieciocho años de duración, lo recuerdan sus mandatos, decretales, obras escritas y testigos de entidad como san Jerónimo, a la sazón su secretario.

San Dámaso I

Imagen de espanaenlahistoria.org   

Nacido en el Noroeste de la península Ibérica hacia los años 304 ó 305, recorrió un camino de sacerdocio hasta culminar en el papado. En 355 era uno de los siete diáconos de Roma, año en el que el papa Liberio fue desterrado de Roma a Berea de Tracia por orden del emperador Constancio, que profesaba el arrianismo. Dámaso juró fidelidad a Liberio mientras viviera, se le unió temporalmente en el destierro y una vez finalizado, con el regreso de Liberio, éste le nombró primer diácono de Roma.

    A la muerte de Liberio el año 366, Dámaso fue elegido papa, consagrado por el obispo de Ostia. Pero los partidarios de Ursino, aspirante al trono de san Pedro, lo nombraron también papa, suceso que propició un cisma sangriento que obligó a la intervención de Juvencio avalando la legitimidad de Dámaso.

El pontificado de Dámaso I (366-384) tuvo que sofocar los brotes heréticos, o desviaciones heterodoxas, del apolinarismo, el priscilianismo y el arrianismo.

    Participó en tres concilios: Concilio romano en 377, de Zaragoza en 380 y I de Constantinopla en 381; en ellos afianzó la universalidad de la Iglesia romana sobre las demás.

    Promulgó disposiciones que velaran por la imagen adecuada que debía dar el clero, incluyendo novedades en la liturgia. Persona de cultura dejó un importante legado escrito en el que destaca la Epigramática, poemario dedicado a santos y mártires; las inscripciones sacramentales, con valor de dogma, y sepulcrales de su autoría para honrar a los difuntos; y una colección de veinticuatro cánones, denominada Tomo de Dámaso, enviada a Paulino, obispo de Antioquía, en los que se anatematizan las herejías trinitarias y cristológicas.

    Según la tradición, Dámaso I introdujo en las oraciones de los católicos el texto: «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén».

    Sabiamente eligió Dámaso como su secretario a san Jerónimo (Jerónimo de Estridón) en 382, profundo conocedor de la liturgia y las Sagradas Escrituras, a quien encargó la traducción de la Biblia en hebreo y griego al latín, lengua vulgar entonces, pasando a la historia de la Iglesia Católica con el nombre de Vulgata y una vigencia de quince siglos.

Declarado patrón de la Arqueología cristiana por el papa Pío XI el año 1923, a Dámaso I se le reconocía su ingente labor de adecentamiento y memoria de los cementerios y sepulcros. Asimismo, impulsó la construcción de basílicas y baptisterios y consiguió establecer como máxima autoridad entre los obispos al de Roma.

    Su imagen es frecuente en las representaciones artísticas religiosas del catolicismo, con especial relevancia su retrato en la Capilla Sixtina, pintado por Domenico Ghirlandaio, y en la sala de Constantino del Vaticano, obra de Giulio Romano.

    Citamos por último a su hermana Irene, santa, a quien el propio Dámaso dedicó un epitafio.

Artículos complementarios

    Calixto III

    Alejandro VI

    Benedicto XIII

    San Isidoro de Sevilla

    Santo Domingo de Silos

    Benito Arias Montano

Entradas populares de este blog

Las tres vías místicas. San Juan de la Cruz

Siglo de Oro: La mística de san Juan de la Cruz Juan de Yepes y Álvarez, religioso y poeta español, nacido en Fontiveros, provincia de Ávila, el año 1542, estudió con los jesuitas, trabajó como camillero en el hospital de Medina del Campo, e ingresó a los diecinueve años como novicio en el colegio de los carmelitas con el nombre de fray Juan de Santo Matía. Prosiguió sus estudios en Salamanca y en 1567 fue ordenado sacerdote. Regresó entonces a Medina del Campo, donde conoció a santa Teresa de Jesús, quien acababa de fundar el primer convento reformado de la orden carmelita y que tanto le había de influir en el futuro. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús Imagen de stj500.com Juan de la Cruz se hallaba animado de los mismos deseos reformadores de la santa, y había conseguido el permiso de sus superiores para mantenerse en la vieja y austera devoción de su orden.; desde ese momento tomó el nombre de fray Juan de la Cruz y comenzó la reforma del Carmelo masculin

Descubridor del Eritronio-Vanadio. Andrés Manuel del Río

Mineralogista y químico, el madrileño Andrés Manuel del Río Fernández, nacido en 1764, es el descubridor del elemento químico Vanadio. Andrés Manuel del Río Imagen de omnia.ie En su infancia escolar destacó en el aprendizaje de latín y griego, posteriormente se graduó de Bachiller en Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, y en 1781 inició sus estudios de física con el profesor José Solana.     Andrés Manuel del Río fue un alumno modélico en Física y Matemática. El ministro José de Gálvez en 1782 lo incorporó en calidad de pensionado en la Real Academia de Minas de Almadén, para que se instruyera en las materias de mineralogía y geometría subterránea con los maestros internacionales elegidos para el desarrollo científico e industrial de España. En Almadén dio inició su largo periplo por instituciones científicas de prestigio, forjando la actividad profesional que le caracterizaría. El propósito de la Corona por favorecer el desarrollo de la minería y la metalurgia en España y