De voz tersa, cálida y muy bella, de canto impecable y emotivo, el tenor alicantino nacido en Denia el año 1891, Antonio Cortis (su nombre verdadero es Antonio Tomás Montón Corts), fue apodado el Caruso español. El gran tenor italiano Enrico Caruso fue maestro y amigo de Antonio Cortis, quien también fue amigo y admirador, a la recíproca, de Miguel Fleta.
En 1895 la familia Montón Corts se trasladó a Valencia. Los dos hijos del matrimonio, Juan Bautista y Antonio, el menor, mostraban aptitudes para la música y el canto; Bautista tocando el clarinete y con voz de barítono; Antonio, vocacional de la música, destacaba por su voz. Tres años después viajaron a Madrid: Bautista ingresó en el Ejército, mientras Antonio estudiaba en el colegio, recibía clases en el Conservatorio y cantaba a coro en el Teatro Real. En 1902 consiguió la plaza de contralto en la Capilla Isidoriana.
Juan Bautista fue en 1908 primer clarinete en la orquesta del Teatro Real. Había obtenido el Primer Premio de Canto por su extraordinaria voz de barítono, considerada entonces la mejor de España.
La familia se trasladó a Barcelona en 1909. Tres años después, Antonio se graduaba como Maestro de Composición. Cumplido su servicio militar, en 1915 el director del Teatro Real, Hercole Casali, le propuso contratarlo como tenor sustituto del primer tenor, compaginando sus actuaciones entre Madrid y el Liceo de Barcelona: el papel de Gastone en La traviata y el papel de Mario Cavaradossi en Tosca; debutando exitosamente como primer tenor.
Antonio Cortis
Imagen de archivo familiar
Temporadas de resonantes triunfos acompañaron la delicada salud de Antonio Cortis. Al Teatro Real y El Liceo se unieron La Scala, en Milán, y el periodo entre 1924 y 1932 en la Civic Opera de Chicago. Después fue aplaudido en los principales teatros de ópera del mundo: San Francisco, Los Ángeles, Baltimore, Boston, Washington, Pittsburgh, Buenos Aires (con Caruso en el Teatro Colón) Santiago de Chile, Verona, Turín, Montecarlo, Bari y el Covent Garden londinense (Royal Opera House).
También dedicó empeño a la docencia, fundando una escuela de canto en Valencia.
Sus últimas actuaciones tuvieron lugar en Zaragoza con la ópera Tosca el año 1950.
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