La arquitectura barroca de Juan Bautista Viñes
Durante la segunda mitad del siglo XVII el arte barroco floreció en el Levante español, principalmente en las regiones de Murcia y Valencia, con destellos en la de Cataluña.
En la ciudad de Valencia, con ejemplos como la torre campanario de Santa Catalina (la torre de la iglesia parroquial de Santa Catalina), del arquitecto valenciano Juan Bautista Viñes (discípulo de Juan Pérez Castiel), erigida entre 1688-1705, de característica planta hexagonal; su alzado se divide en cuatro pisos separados por molduras horizontales, más el cuerpo de campanas y el remate superior; los estribos angulares, en los que se apoya tan esbelta y grácil estructura, se transforman en columnas enroscadas (también llamadas salomónicas o helicoidales) a la altura del piso quinto.
Torre campanario de santa Catalina.
El esplendor decorativo se sitúa en el tramo superior, donde los ángulos son resaltados por las citadas columnas y las ventanas igualmente lucen con el estilo del barroco efímero magistralmente trasladado a la piedra y la ornamentación. El conjunto finaliza con un templete cubierto por una pequeña cúpula de teja, con las espectaculares columnas salomónicas y grandes volutas a modo de contrafuertes que lo unen al cuerpo de las campanas.
Reza una lápida conmemorativa: “Este suntuoso campanario, a que felizmente se dio principio el año 1688 merced a la munificencia de los feligreses, en el presente año de 1705, cooperando todos, llevólo a cabo y con toda perfección Juan Bautista Viñes.”
La torre campanario de Santa Catalina está considerada como una de las torres barrocas más originales de la arquitectura española.
En Vinaroz (Vinaròs), provincia de Castellón, la portada de la iglesia arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción, construida por Juan Bautista Viñes entre 1698 y 1705, sorprende por su llamativa cornisa mixtilínea apoyada sobre ménsulas y por los estípites que figuran en el segundo piso; detalles, por otra parte, que volverán a reproducirse al cabo de dos décadas en el barroco andaluz.
La portada barroca es de tipo retablo, con dos cuerpos sostenidos por columnas salomónicas y con la imagen de la Virgen de la Asunción en el centro.