Su particular estilo de interpretación al piano, colorido, elegante y expresivo, unido a una técnica depurada, han logrado que la barcelonesa Alicia de Larrocha, nacida en 1923, sea una pianista de renombre internacional.
Es una virtuosa intérprete de las obras de Albéniz y Granados, así como de otras grandes piezas de la literatura para piano. A pesar de sus numerosas giras, ha llevado a cabo una importante labor docente.
Alicia de Larrocha
Dio su primer concierto público a los cinco años. Comenzó a estudiar en Barcelona con Frank Marshall, continuador de la escuela pianística de Enrique Granados, y con el músico y director Ricardo Lamote de Grignon.
En 1935 debutó en Madrid interpretando un concierto de Mozart con la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Enrique Fernández Arbós, y actuó como solista en un concierto ofrecido por la Banda Municipal de Barcelona.
Su carrera internacional dio inicio en 1947 y desde entonces ha realizado la mayor parte de sus actuaciones fuera de España. Debutó en el Wigmore Hall de Londres en 1953 y dos años después en Estados Unidos con la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles.
En 1956 formó un dúo con el violoncelista Gaspar Cassadó con el que difundió por toda España el repertorio de sonatas para piano y violoncelo.
El inicio de su labor docente se produjo en 1959 al ser nombrada directora de la Academia Marshall de Barcelona.
A lo largo de su exitosa carrera Alicia de Larrocha ha recibido numerosos galardones y distinciones honoríficas tanto nacionales (por citar uno, la Orden de Isabel la Católica) e internacionales (por citar uno, la Medalla de Oro del Spanish Institute de Nueva York), además de premios discográficos (citamos como ejemplo los cuatro premios Grammy) y doctorados honoris causa en música por las universidades norteamericanas de Michigan y Pittsburgh.