Los 979 metros de la cascada Salto Ángel
El explorador más notable de la Guyana venezolana en el siglo XX es Félix Cardona Puig, nacido en la barcelonesa localidad de Malgrat el año 1903. En 1922 se tituló en la Escuela Náutica de Barcelona y acto seguido viajó alrededor del mundo. Finalizado este amplio periplo, regresó a Barcelona para dirigir la empresa familiar de tejidos, cuya producción también exportaba a lugares como Venezuela.
Aquí se reunió con su amigo y representante comercial, Joan Mundó Freixas, y atraídos por la exuberancia y novedad de la Guyana venezolana se dedicaron a recorrerla morosamente. Ambos, el mayo de 1927, fueron los primeros europeos en contemplar la mayor cascada del mundo, posteriormente bautizada como Salto Ángel, conocida en lengua pemón como Kerepakupai Vena, de 979 metros de altura en un paraje recóndito y frecuentemente disipado por las nubes. El salto de agua brota de la cima del monte llamado Churun Meru por los indígenas pemón, en el macizo de Auyantepuy, en la citada Guyana venezolana. El nombre de Santo Ángel se debe a que, transcurrida una década de su revelación, el 21 de mayo de 1937 el aventurero y piloto Jimmy Angel y Félix Cardona ascendieron a la cima del monte Churun Meru. Cuatro meses después, Angel propuso a Cardona volar hasta la cumbre y en ella aterrizar; pero Cardona se quedó en tierra lo que salvó la vida de Angel tras el accidente sufrido en la maniobra de posarse ya que organizó y participó del rescate. Sin embargo, este accidente aseguró la gloria al piloto concediéndole su apellido al gran salto de agua.
Félix Cardona Puig
Imagen de exploravenezuela.blogspot.com
Prendado con la maravilla natural, Félix Cardona dedicó su vida a explorar la inmensa y sorprendente selva, describiendo sus peculiaridades y tesoros. Entre otras actividades de carácter privado, desde octubre de 1928 y hasta enero de 1930 ejerció como guía en la Compañía Venezolana de Límites por los ríos Orinoco, Casiquiare y Negro hasta la Piedra del Cocuy; en 1937 se integró en la expedición del Museo de Historia Natural de Nueva York que investigaba la fauna ornitológica del Auyantepuy; entre 1938 y 1939 participó en la localización del río Oirá, fronterizo con Colombia. Y a partir de entonces cartografió el Amazonas venezolano, rectificó errores geográficos, recolectó plantas cuando fue nombrado explorador botánico de la Dirección de Fronteras del Ministerio de Relaciones Internacionales y colaboró en la búsqueda de las fuentes del Orinoco. Casi treinta especies vegetales y animales, en su momento nuevas para la ciencia, fueron bautizadas con su apellido. Además, descubrió y cartografió cerca de una treintena de ríos, entre ellos el Paragua, Nula, Cuyuní, Icabarú, Carrao, Urimán, Tirica, Carapo, Padamo y Antabare; a la vez que rectificaba los errores en las cartografías de los ríos Alto Caroní, La Paragua, Cuyuní, Caura, Merevari, Erebato, Alto Orinoco, Siapa, Casiquiare, Río Negro, Sarare, Nula y Oirá.
Sus aportaciones han configurado el mapa de América a escala 1:1.000.000 todavía en uso.