Ir al contenido principal

Toma de posesión española de la Guinea ecuatorial

Felipe José de los Santos Toro y Freyre, conde de Argelejo, militar y explorador, nació en Tarragona el año 1721. Con el empleo de brigadier, ganado en acciones militares en América del Sur, Felipe de los Santos recibió el 20 de octubre de 1777 del ministro de Indias, José de Gálvez, la instrucción de proceder a la toma de posesión de las islas de Annobón y Fernando Poo. Ambas islas situadas en Guinea ecuatorial, habían cambiado su posesión de Portugal a España por el Tratado Preliminar de San Ildefonso, fechado en este año, y ratificado en el Tratado de El Pardo al año siguiente.

    Las fragatas Santa Catalina Soledad y el bergantín Santiago, zarparon de Montevideo en abril de 1778 para llevar a cabo la comisión. El mando de la flotilla recayó en José Varela y Ulloa, mientras que Felipe de los Santos mandaba la fuerza terrestre embarcada que pertenecía al Regimiento de Infantería de Sevilla, apodado El Peleador.

    Las islas de la Guinea ecuatorial servirían de escala en una futura ruta entre España y Filipinas, y también entre la América atlántica y el archipiélago filipino.

    Arribó la flotilla a la isla del Príncipe, próxima a la isla de Annobón, y allí los españoles descubrieron la nula disposición de los portugueses a reconocer la nueva soberanía. Hasta que el comisario portugués procedente de Pernambuco no se procedió con lo estipulado en el acuerdo.

    Felipe de los Santos, conde de Argelejo, murió en la travesía de la isla del Príncipe a Annobón, aquejado de malaria. Lo sustituyó al frente de los expedicionarios el segundo jefe, Joaquín Primo de Rivera, posteriormente nombrado gobernador provisional de aquellos territorios que constituirían en adelante la Guinea española.

Imagen de geografiainfinita.com

Artículos complementarios

    Colonización de Guinea española

    Cartografía de Guinea española

    El explorador Manuel Iradier

    La presencia española en el Sahara occidental

    La expedición Cervera-Quiroga al Sahara occidental

    José Varela y Ulloa

    El vuelo de la Patrulla Atlántida

    El vuelo sin escalas de Sevilla a Bata

Entradas populares de este blog

Las tres vías místicas. San Juan de la Cruz

Siglo de Oro: La mística de san Juan de la Cruz Juan de Yepes y Álvarez, religioso y poeta español, nacido en Fontiveros, provincia de Ávila, el año 1542, estudió con los jesuitas, trabajó como camillero en el hospital de Medina del Campo, e ingresó a los diecinueve años como novicio en el colegio de los carmelitas con el nombre de fray Juan de Santo Matía. Prosiguió sus estudios en Salamanca y en 1567 fue ordenado sacerdote. Regresó entonces a Medina del Campo, donde conoció a santa Teresa de Jesús, quien acababa de fundar el primer convento reformado de la orden carmelita y que tanto le había de influir en el futuro. San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús Imagen de stj500.com Juan de la Cruz se hallaba animado de los mismos deseos reformadores de la santa, y había conseguido el permiso de sus superiores para mantenerse en la vieja y austera devoción de su orden.; desde ese momento tomó el nombre de fray Juan de la Cruz y comenzó la reforma del Carmelo masculin

Descubridor del Eritronio-Vanadio. Andrés Manuel del Río

Mineralogista y químico, el madrileño Andrés Manuel del Río Fernández, nacido en 1764, es el descubridor del elemento químico Vanadio. Andrés Manuel del Río Imagen de omnia.ie En su infancia escolar destacó en el aprendizaje de latín y griego, posteriormente se graduó de Bachiller en Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, y en 1781 inició sus estudios de física con el profesor José Solana.     Andrés Manuel del Río fue un alumno modélico en Física y Matemática. El ministro José de Gálvez en 1782 lo incorporó en calidad de pensionado en la Real Academia de Minas de Almadén, para que se instruyera en las materias de mineralogía y geometría subterránea con los maestros internacionales elegidos para el desarrollo científico e industrial de España. En Almadén dio inició su largo periplo por instituciones científicas de prestigio, forjando la actividad profesional que le caracterizaría. El propósito de la Corona por favorecer el desarrollo de la minería y la metalurgia en España y

El Camino Real de Tierra Adentro. Juan de Oñate

El imperio en América del Norte: La ruta hacia Nuevo México El Camino Real de Tierra Adentro era la ruta que llevaba desde la ciudad de México hasta la de Santa Fe de Nuevo México, actualmente capital del Estado homónimo integrado en los Estados Unidos; y durante más de dos siglos fue el cordón umbilical que mantuvo ligada a esta remota provincia del septentrión de la Nueva España. Cada tres años partía la llamara ‘conducta’, una caravana que trasladaba ganados, aperos y gentes, para mantener la colonización española en aquellas tierras. A través del Camino Real de Tierra Adentro penetró la cultura hispana en el Suroeste de Estados Unidos, ejerciendo aquí un papel semejante al del Camino de Santiago en España. El Camino Real de Tierra Adentro Cuando la corona española decide no abandonar la provincia de Nuevo México, ruinosa en todos los sentidos, sino mantenerla por razones de no desamparar a los indios ya cristianizados, el virreinato de Nueva España organiza un sistema