Musicólogo reputado y erudito, maestro y orientador de grandes compositores, compositor a su vez, Felipe Pedrell, natural de la localidad tarraconense de Tortosa donde nació en 1841, es el referente del carácter nacionalista musical español surgido a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Los primeros estudios musicales de Pedrell fueron en la catedral de Tortosa y en Madrid; en 1873 se instaló en Barcelona y al cabo de dos años estrenó en el Teatro del Liceo sus óperas El último abencerraje y Quasimodo. En el bienio de 1876-77 viajó a Roma y París pensionado con el propósito de ampliar estudios musicológicos, aunque no abandonó la composición. De vuelta a España, su actividad se dirigió preferentemente a los trabajos literarios en torno a la música, a partir de los cuales fundó las publicaciones Salterio sacro hispano, Notas musicales y literarias y La ilustración musical hispanoamericana, además de publicar numerosos escritos sobre música, de matiz erudito, entre los que destaca Por nuestra música, de 1891, resumen de su ideario estético de sensibilidad romántica y carácter nacionalista; Diccionario técnico de la música, de 1894; Diccionario biográfico y bibliográfico de músicos y escritores de música españoles, portugueses e hispanoamericanos antiguos y modernos, escrito de 1894 a 1897; y Emporio científico, de 1901.
Felipe Pedrell
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Profesor del Conservatorio de Madrid y del Ateneo madrileño durante varios años en los que simultaneó su labor pedagógica con la composición y la musicología, en 1904 regresó a Barcelona para confeccionar el Catálogo de la Biblioteca Musical de la Diputación de Barcelona, en 1909, y, en especial, la publicación en ocho volúmenes de las obras completas de Tomás Luis de Victoria, tarea que le llevó del año 1902 al 1913.
Creador de la musicología española moderna, uno de los grandes méritos de Pedrell consiste en haber sabido transmitir a sus discípulos, incluidos en ellos Manuel de Falla, Isaac Albéniz y Enrique Granados, la idea de que el renacimiento musical español tenía que conseguirse recuperando el legado musical autóctono tanto culto como popular. Así lo pusieron en práctica sus discípulos.