Fecundo e inspirado compositor, Joaquín Rodrigo Vidre, representa la continuidad sin ruptura del Nacionalismo hispano, que tan fuerte atracción despierta desde principios del siglo XX en todo el mundo. Su música se caracteriza por la combinación de un hondo lirismo, un gran ingenio instrumental y un uso refinado de lo popular.
Ciego desde los tres años de edad a consecuencia de la difteria, Joaquín Rodrigo oriento su vida al estudio de la música; primero en Valencia, luego en París y definitivamente en Madrid.
A los veinte años había ya compuesto varias piezas musicales que anunciaban su futuro estilo. Sus canciones y obras para piano recogían éxitos inmediatos y sus profundos trabajos de musicología, especialmente sobre los vihuelistas españoles, eran asimismo alabados y estudiados.
En la capital francesa contó con la amistad de célebres músicos como Maurice Ravel, Francis Poulenc y Arthur Honneger, entre los extranjeros, y Manuel de Falla y Ricardo Viñes entre los españoles. Y también conoció a la que sería su esposa y más eficaz colaboradora musical y literaria, la pianista turca Victoria Khami.
Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y de otras academias, y catedrático de Historia de la Música en la Universidad de Madrid, ha recibido multitud de homenajes en todo el mundo y nombrado Doctor Honoris Causa por diversas universidades nacionales e internacionales. Sus galardones son igualmente numerosos: la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio (1953), la Legión de Honor concedida por el Gobierno francés (1963), la Gran Cruz del Mérito Civil (1966) el Premio de la Fundación Guerrero (1990), y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1996).
En 1991 el Rey de España, Juan Carlos I, le otorgó el título nobiliario de Marqués de los Jardines de Aranjuez por su extraordinaria contribución a la música española a la que ha aportado nuevos impulsos para una proyección universal.
* * *
Algunas de las obras del maestro a continuación.
El poema sinfónico, Per la flor del lliri blau (Por la flor del lirio azul).Las canciones, Canción de la esposa, Canción del cucú, Cántico de San Francisco de Asís. Resultado las canciones de su encuentro con grandes poetas españoles como Gil Vicente, San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Cervantes o Juan Ramón Jiménez; y su amor por la naturaleza.Los conciertos, Concierto de Aranjuez, Concierto heroico, Concierto pastoral, Concierto como un divertimento, Conciertos para piano, violín, violonchelo, arpa y flauta.La fantasía, Fantasía para un gentilhombre.Diversas obras solistas y orquestales, Juglares, Preludio al gallo mañanero, Sonatas de Castilla, Sonada de adiós, Ausencias de Dulcinea.
Concierto de Aranjuez
En la primavera de 1938 Joaquín Rodrigo fue invitado a impartir clases durante el verano en la Universidad de Santander, que acababa de abrir sus puertas. El matrimonio Rodrigo pudo retomar así contacto con la vida cultural española, a pesar de las dificultades derivadas de la guerra civil. Entre los nuevos compañeros del compositor se encontraban los escritores Gerardo Diego y Dámaso Alonso y el crítico Eugenio d’Ors. Tuvo lugar un encuentro muy significativo durante el viaje de vuelta a París, cuando, en un almuerzo con el guitarrista Regino Sainz de la Maza y el marqués de Bolarque, Joaquín aceptó con entusiasmo la idea de escribir un concierto para guitarra: El celebérrimo Concierto de Aranjuez, para guitarra y orquesta.
Es su obra de mayor éxito y significación, auténtico reflejo de la música española en su aspecto intrínsecamente nacional. El estreno tuvo lugar en Barcelona, el 9 de noviembre de 1940.