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El torpedo Bustamante. Joaquín Bustamante y Quevedo

9 de mayo de 1885 en Cartagena

Defensa de la plaza de Santiago de Cuba



El concepto militar de torpedo incluía además de los clásicos proyectiles autopropulsados otras armas utilizadas bajo el agua, unas fijas al fondo, las minas, y otras en los extremos de perchas o botalones y también remolcadas. Son todos ellos artefactos de gran poder destructivo ingeniados a partir de la segunda mitad del siglo XIX para atravesar las corazas de los barcos; cosa incapaz de conseguir la artillería convencional a distancia.
    Al igual que otras naciones, en España se impulsó el desarrollo de la técnica de guerra submarina y se preparó gente para ello. La Armada creó la Escuela de Torpedos en Cartagena, adonde llegó la primera promoción de alumnos en 1880, en la que estaba Joaquín Bustamante y Quevedo, un marino militar atraído por las matemáticas, la física, la pedagogía y la invención, que había nacido en Santa Cruz de Iguña, en la provincia de Santander, el año 1847, y que desde niño destacó por el celo que ponía en sus obligaciones y en el cumplimiento del deber, unida a su capacidad de trabajo una manifiesta creatividad.

Joaquín Bustamante y Quevedo

Imagen de http://blogtodoavante.es (Museo Naval).

Constantemente dedicado al estudio de cuanto llamaba su interés y siempre en el ejercicio de su vocación marinera, Joaquín Bustamante participó embarcado en los conflictos surgidos en aguas del Pacífico sudamericano contra las repúblicas de Chile, Perú y Bolivia, destacando en la nómina de la ocupación de las islas Chincha a bordo de la fragata Resolución. Como cualquier momento es bueno para aprender el que quiere hacerlo, aprovechó incluso el periodo de confinamiento en un presidio chileno, por haber capturado el enemigo durante el combate naval de Papudo la goleta Covadonga con la tripulación de la que formaba parte; y acto seguido de campaña, también en un hospital de Filipinas, donde fue llevado enfermo tras los combates de 1872 en el archipiélago como capitán del cañonero Mindoro, con operaciones, desembarcos y bombardeos en su haber, y posteriormente repatriado completó su convalecencia en casa durante año y medio con la recompensa del empleo de comandante de Infantería de Marina. Gracias a los conocimientos que iba adquiriendo de Matemáticas y Física, logró el éxito en su invención más célebre.
Fue tan notable y veloz la tarea de Bustamante que a los seis meses de ingresar en la Escuela, junio de 1880, era nombrado profesor; empleo en el que estuvo siete años. Tiempo en el que realizó diversos trabajos en el campo de las armas submarinas, como su Estudio sobre torpedos eléctricos, publicado en Cartagena en 1883, o la invención de un aparato de puntería para torpedos automóviles desarrollado con su compañero Balseyro y dado a conocer en Aparato de puntería para el lanzamiento de los torpedos automóviles propuesto por Joaquín Bustamante y Alberto Balseyro, publicado así mismo en Cartagena ese mismo año, y declarado reglamentario en la Armada, por el que fue recompensado en 1884. También redactó un Curso de electricidad teórico y práctico: explicado en la Escuela de Torpedos, publicado en Cartagena en 1886. Y diseñó y realizó la instalación telefónica del Arsenal de dicha ciudad.
    En 1888 ascendió al empleo de capitán de fragata y pasó destinado al Arsenal de Cartagena donde profundizó estudios sobre alumbrado eléctrico, máquinas y calderas, y armas submarinas. Integrante de la comisión que determinaba cuál era el torpedo automóvil más adecuado para la Armada, fue miembro de la junta de evaluación del submarino de Isaac Peral y también presentó una relación completa de los buques de la Armada.; a raíz de la cual denunció en 1890 el estado de la flota en Apuntes sobre Material de Marina, anticipando el desastre de 1898.

Imagen de http://www.todocolección.net

Actividad innovadora y didáctica
Mencionada la instalación telefónica del Arsenal de Cartagena, también por él diseñada, Joaquín Bustamante presentó un proyecto de telémetro para baterías de costa en 1892, que vio luz nacional e internacional a partir de 1896; en 1894 publica La aguja náutica: instrucciones razonadas para su compensación, y en 1897 Notas sobre el gobierno de buques.

Torpedo Bustamante
Al tanto de las creaciones e innovaciones de las armas submarinas en aquellos países donde tenían efecto y, sobre todo, pendiente de las necesidades de la Armada española que a finales de 1883 evaluaba la adquisición del torpedo fijo automático de patente austriaca, Joaquín Bustamante diseñó su propia arma submarina, una mina, para ser fabricada en España con lo que ello suponía de ventaja para la industria nacional y ahorro en la inversión.
    Pronto elevó su proyecto a la Junta Reorganizadora de la Armada y ésta, de acuerdo, lo subvencionó en 1884.
    Una vez construida la mina-torpedo Bustamante, y realizadas sus pruebas en Cartagena, alcanzado el grado de satisfacción la Comisión de Torpedos la declaró reglamentaria por Real Orden de 9 de mayo de 1885.
    La información del torpedo quedó recogida por su autor en el documento publicado en 1888 Descripción e instrucciones para el reconocimiento, conservación y manejo del torpedo mecánico Bustamante.
    El torpedo Bustamante consistía en una envuelta metálica para la carga de figura troncocónica, dotada con seis percutores y mismo número de palancas en la parte más ancha de su circunferencia. Estaba unida por un cable a un dispositivo de inmersión que se situaba en el fondo marino y se mantenía fija a éste flotando entre dos aguas. Cuando un barco impactaba o rozaba una de las palancas, ésta empujaba el percutor asignado que a su vez encendía el iniciador y explosionaba la carga.
    La mina-torpedo pesaba trescientos diez kilos, de los que cuarenta y cuatro correspondían a la carga explosiva compuesta de algodón pólvora; era fácil de manejar y fondear y su capacidad de resistencia soportaba una explosión de ciento noventa kilos de pólvora aproximadamente a cuarenta metros de distancia; además de aguantar hasta cincuenta días sumergida en el mar con capacidad operativa.

La guerra contra los Estados Unidos de América
Joaquín Bustamante participó en la última fase de aquella guerra desigual a bordo de la escuadra de Pascual Cervera Topete en calidad de Jefe de Estado Mayor. Fue el propio almirante quien le encomendó el desembarco al mando de una fuerza de soldados y marineros para contribuir a la defensa de la plaza de Santiago de Cuba.
    El primero de julio los estadounidenses lanzaron una ofensiva que aproximó mucho su línea a la plaza sitiada. Entonces actuó Bustamante enfrentando al ataque una contraofensiva con cuatrocientos cincuenta hombres; una bala mató a su caballo y otra, a continuación, en pie y mandando su tropa hacia delante, le perforó el vientre. A causa de esta herida falleció el 19 de julio de 1898 en el hospital militar de Santiago; en esta ciudad fue enterrada, luego trasladado a La Habana y por fin repatriado para reposar definitivamente en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, en Cádiz.

Mausoleo de Joaquín Bustamante y Quevedo en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando.

Imagen de http://blogtodoavante.es

Reconocimientos y distinciones
Entre otros galardones y recompensas:
Por su invento fue condecorado en 1892.
Recibió la Medalla de Oro en la Exposición Universal de Barcelona en 1888.
A título póstumo, en 1900 obtuvo la concesión de la Cruz de San Fernando (equivalente a la Laureada).


Artículos complementarios

    El submarino de propulsión eléctrica

    Opinión española sobre la guerra contra los Estados Unidos

    La defensa de la Torre Óptica de Colón

    Victorias en 1898

    Batallas de El Caney, Las Colinas de San Juan y Canosa

    Los heroicos últimos de Filipinas

    La circunnavegación de la Fragata Acorazada Numancia

    La primera Infantería de Marina del mundo

    El castillo-fortaleza de San Juan de Ulúa

    La primera conferencia interurbana de Europa

    El mejor científico de su tiempo

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