Pionero en la comunicación telefónica
27 de diciembre de 1880 en Fregenal de la Sierra
La primera comunicación telefónica europea
La primera conferencia telefónica interurbana en el continente europeo tuvo lugar en España, concretamente entre las localidad pacense de Fregenal de la Sierra y la capital hispalense, Sevilla, con un gran éxito técnico. La distancia cubierta por el teléfono era de 150 kilómetros, superando en más del doble a la primera línea telefónica estable del mundo entre las ciudades norteamericanas de Boston y Providence, a 60 kilómetros la una de la otra.
Como señala el historiador Pedro Voltes, puede afirmarse que la línea española, extendida a posteriori de la acertada prueba hasta Cádiz, con idéntico resultado, fue la primera que funcionó en el mundo.
Esta hazaña tecnológica patria se debe a Rodrigo Sánchez-Arjona y Sánchez-Arjona, doctor en Derecho y, no obstante, estudioso y seguidor de la ciencia y de la técnica para su aplicación en España. Viajó a menudo y con provecho a los centros de investigación extranjeros para por su propia observación y su preclaro criterio trasladar teorías y acciones. Al punto que llegó a sugerir a Graham Bell —supuesto inventor del teléfono, autoría que parece corresponder a Antonio Meucci, quien no consiguió la patente— que el invento superaría con creces la comunicación entre las dependencias de una casa o un edificio.
Para llevar a cabo sus ensayos con el teléfono, Sánchez-Arjona adquirió varios aparatos telefónicos del sistema Gower-Bell, y con ellos tendió una línea desde su casa de Fregenal de la Sierra hasta una propiedad llamada Las Mimbres, distante ocho kilómetros. La comunicación fue satisfactoria, y de su mano creció el ánimo del promotor para conquistar mayores logros. Los inmediatos, dos, unieron los nueve municipios del partido judicial de Fregenal, conduciendo ramales en dirección a Villafranca de los barros y Almendralejo, a la par que enlazaba hogares en su localidad natal; el segundo proyecto es el citado: la unión telefónica con Sevilla a través del cable del telégrafo.
A pesar de la falta de visión de futuro —endémica en demasiados ámbitos de la Administración pública nacional—, que hubiera permitido crear en España la primera red telefónica interurbana del mundo, se aceptó el experimento vía tendido telegráfico.
El 24 de diciembre de 1880 quedó montada la conexión entre Fregenal de la Sierra y la línea telegráfica de Badajoz a Cádiz mediante un empalme en Fuente de Cantos, y tres días después se bautizó la línea. Al establecerse la comunicación fluyeron las palabras —la música y el canto, los besos, los aplausos y el alborozo— con claridad, y el entusiasmo y las emociones se desbordaron en los asistentes al prodigio: el prohombre de la iniciativa, su familia, las autoridades locales, los jefes de telégrafos, científicos y periodistas.
Los días siguientes escucharon nuevas comunicaciones y vieron la extensión de la línea a la ciudad de Cádiz.
El museo de la Telefónica conserva estos aparatos pioneros.