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Poner pie en la costa de California. Juan Rodríguez Cabrillo

El Imperio en Norteamérica: Descubrimiento de la Alta California y fundación de San Diego

Año 1542 en el litoral de California



El primer explorador de California fue Juan Rodríguez Cabrillo, nacido en la localidad cordobesa de Palma del río el año 1498. El descubrimiento de lo que es hoy la Alta California, integrada como Estado de California en los Estados Unidos de Norteamérica, continuación septentrional de la península de California, territorio mexicano, tuvo lugar en 1542.
Imagen de todoavante.es

La noticia más antigua que se tiene de Juan Rodríguez Cabrillo en el Nuevo Mundo es la de haber sido integrado en la expedición al mando de Pánfilo de Narváez, posterior gobernador de La Florida, que el año 1520 fue enviada a México por el gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, para someter a Hernán Cortés. Y también ese mismo año se sabe que Cabrillo se incorporó al ejército de Cortés, con el grado de oficial de ballestas, participando en la conquista de Tenochtitlan. A continuación formó parte de la conquista del Suroeste de México (participando en la fundación de la ciudad de Oaxaca), Guatemala, El Salvador y Honduras, a las órdenes de Pedro de Alvarado, que había previamente intervenido en la conquista de Cuba, posteriormente nombrado capitán general y gobernador de Guatemala.
    Culminadas estas conquistas, Cabrillo quedó en Santiago de Guatemala, población fundada por Alvarado, hasta que en 1532 viajó a España para contraer matrimonio con Beatriz Sánchez de Ortega; y con ella regresó para establecerse en la mencionada ciudad dedicado a la actividad comercial trasatlántica. En 1541, la erupción del Volcán de Agua destruyó la ciudad, y fue precisamente Juan Rodríguez Cabrillo quien comunicó la trágica noticia a las autoridades españolas, logrando que esa información figure como el primer reportaje remitido desde América.
    Este año de 1541, Pedro de Alvarado dirigió una importante descubierta marítima por el litoral norte del océano Pacífico contiguo al virreinato de Nueva España, todavía inexplorado. Pero Alvarado murió, y al año siguiente se retomó el proyecto exploratorio, alentado por el virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, pero ahora al mando de Cabrillo, aunque con sólo dos barcos. La encomienda del virrey ordenaba proseguir rumbo norte más allá de la península de California (bañada interiormente por el Mar de Cortés), recientemente demostrada su configuración geográfica como tal península y no como una isla, según la anterior creencia, por Francisco de Ulloa, Fernando de Alarcón y Domingo del Castillo. Las rutas previamente abiertas facilitaban a Cabrillo su navegación hasta el límite conocido, pero mantenían la incógnita sobre un paso entre los océanos Pacífico y Atlántico, el mítico paso del Noroeste o estrecho de Anián, necesario para una comunicación más ágil entre América y Europa y viceversa (como aconteció con la ruta del tornaviaje entre Asia y América trazada por fray Andrés de Urdaneta en 1565).
Monumento a Juan Rodríguez Cabrillo en Ensenada – Bahía de San Mateo, California.
Imagen de ensenada.net

La expedición de Cabrillo partió el 24 de junio de 1542 del puerto de Barra de Navidad, en la provincia mexicana de Jalisco; embarcó en el navío San Salvador, que había ayudado a construir. La pequeña flota cargaba alimentos para dos años y un contingente militar que asegurara el poder tomar posesión para España de los territorios descubiertos.
    El 3 de julio avistaron la península de California, o Baja California, atracando en San José del Cabo para provisionar agua potable. El 13 descubren la bahía de Magdalena y el 5 de agosto arriban a la isla de Cedros, que es el último lugar donde en abril de 1540 se vio a Francisco de Ulloa con vida. Mientras navegan, los expertos cartografían las aguas y las tierras visibles y levantan mapas. El 17 de septiembre arribaron al puerto de Ensenada, al que bautizaron de San Mateo. Y once jornadas después, el 28 de septiembre, Cabrillo describe como un “puerto muy bueno y seguro” la bahía de San Diego, que llama de San Miguel, siendo el primer europeo en contemplarla. A principios de octubre desembarcaron en la bahía de los Fuegos cruzándose en el camino tomado por tierra con grupos indígenas descritos previamente en una relación atribuida al navegante y explorador Juan Páez. No se entretuvieron, así que rumbo norte, el 6 de octubre llegan al Puerto de la hoy ciudad de Los Ángeles, que llama de San Pedro, hoy un barrio de la gran ciudad de Los Ángeles, el 7 descubren las islas de Santa Bárbara o Archipiélago Norte o islas del Canal (un conjunto de pequeñas islas e islotes frente a Los Ángeles y santa Bárbara) y la isla de la Victoria e isla de San Salvador, y el 9 al puerto de Santa Mónica, que mantiene su nombre en la actualidad. El 10 de octubre alcanzan San Buenaventura, el 13 Santa Bárbara y el 17 la punta Concepción; en seguida descubren la que llamaron isla de Posesión o de San Miguel, y siguiendo hacia el norte el cabo Galera y como último accidente geográfico el cabo San Martín, a 11 de noviembre de 1542 (hoy en el condado de Monterrey). Sin cesar las condiciones adversas, el 15 descubren la bahía de los Pinos, que hoy es la bahía de Monterrey. Dado el mal tiempo invernal, retornan a la isla de San Miguel o de la Posesión, en el canal frente a Santa Bárbara, donde arriban el 23 de noviembre para esperar una mejoría del tiempo. Aquí falleció Juan Rodríguez Cabrillo el 3 de enero de 1543, aunque antes había delegado sus funciones en Bartolomé Ferrelo, quien debía proseguir la exploración, cosa que hizo a partir del 18 de febrero de 1543. Con vientos favorables alcanzan el 1 de marzo el cabo Mendocino, llamado así en honor del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza y Pacheco, en el límite entre los Estados de California y Oregón.
    En este punto culminó la exploración. El tiempo desfavorable obligó a retornar a la isla de San Miguel o de la Posesión, llegando el 5 de marzo, que en honor de su capitán muerto denominaron con su nombre: isla de Juan Rodríguez, y el 14 de abril de 1543 atracaban definitivamente en el puerto de Barra de Navidad.
Placa conmemorativa del desembarco de Juan Rodríguez Cabrillo en la bahía de San Diego, California.
Imagen de sevilla.abc.es

La figura de Juan Rodríguez Cabrillo pervive abundante en la Alta y en la Baja California.
Monumento a Juan Rodríguez Cabrillo en San Diego.
Imagen de verpais.com


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