Domingo de Guzmán fue un monje español, de la orden benedictina, que vivió en el siglo XI, entre los años 1000 y 1073. Prior de San Millán de la Cogolla y abad del monasterio de San Sebastián de Silos. El lema de su orden es ora et labora: reza y trabaja. Alcanzó la santidad con el nombre de Santo Domingo de Silos.
El profesor David López Vizcaíno analiza el cuadro del pintor español Bartolomé Bermejo: Santo Domingo de Silos entronizado como abad (1474-1477), Museo del Prado, Madrid, y desde su contemplación expone en síntesis los dos caminos que el santo ofrece: el de la sabiduría y el de la santidad.
El primer camino es el de la sabiduría
La sabiduría se alcanza poniendo en práctica tres acciones: estudiar, reflexionar y conocer.
Estudiar el Verbo divino: Santo Domingo de Silos lee un libro cristiano.
Reflexionar: Santo Domingo de Silos hace un descanso en la lectura para su asimilación.
Conocer: Santo Domingo de Silos con su mirada invita al espectador a que conozca su interior y que conozca al prójimo.
El segundo camino es el de la santidad
La santidad se alcanza poniendo en práctica las siete virtudes cristianas, las tres teologales: fe, esperanza y caridad; y las cuatro cardinales: justicia, fortaleza, prudencia y templanza.
Fe, con mitra, báculo y cáliz. Fe es creencia, confianza y abandono en Dios Señor uno y trino. En Dios la verdad indubitable, la bondad inagotable y la justicia clemente. Verdad, bondad y justicia universales.
Esperanza, con un arbolito en la mano. Esperanza es no morir nunca porque se vive en Dios Señor.
Caridad, protegiendo a los desvalidos. Caridad es mostrar la generosidad y consuelo de Dios Señor al prójimo necesitado de amor.
Justicia, sosteniendo la balanza y la espada. Justicia es evaluación de actos y búsqueda de Bien.
Fortaleza, manteniendo a raya al demonio. Fortaleza es firmeza en los principios rectos enseñados por Dios Señor y rechazo del Mal.
Prudencia, leyendo un libro mientras se ilumina con una tea. Prudencia es reflexión antes de actuar para buscar el Bien y evitar el Mal.
Templanza, se sirve vino con moderación. Templanza es ánimo sereno en los actos y ante la adversidad y la victoria.
Epitafio en el sepulcro de Santo Domingo de Silos
En esta tumba se halla quien goza de la luz divina,
llamado Domingo, de nombrada fama,
a quien Cristo envió al mundo como espejo de perfección,
para animar a los buenos y corregir los malos.
Cuando el inicio del invierno da el solsticio a la tierra
es arrebatado al mundo y se une al Señor.
Defienda éste su grey, que con mente segura le es fiel
y guiando ahora a los suyos, los lleve después hasta el cielo.