La travesía aérea al confín asiático: vuelo Madrid-Manila
Rafael Martínez Esteve, Eduardo González Gallarza y Joaquín Loriga Taboada
El vuelo Madrid - Manila
El 5 de abril de 1926 despegaron del aeródromo madrileño de Cuatro Vientos con destino a Manila, capital de las islas Filipinas, tres sesquiplanos Breguet XIX GR (Gran Raid). Los aparatos de la Escuadrilla Elcano fueron bautizados con los nombres de insignes navegantes y descubridores: Fernando de Magallanes, Juan Sebastián Elcano y Miguel López de Legazpi, formada la expedición por el capitán piloto Rafael Martínez Esteve que llevaba al soldado mecánico Pedro Mariano Calvo, capitán piloto Eduardo González Gallarza con el cabo mecánico Joaquín Arozamena y el capitán piloto Joaquín Loriga Taboada con e! sargento mecánico Eugenio Pérez Sánchez.
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El vuelo contra el Sol al confín asiático del imperio español, describió cuatro etapas bien diferenciadas: el cruce del Mediterráneo hasta el Cairo; sobrevuelo del desierto Arábigo y Oriente Medio hasta Karachi; paso por el golfo Pérsico, Tailandia e Indostán hasta Saigón; y el último tramo que comprendía Indochina, China, cruce del mar de China y Filipinas. En pugna con la climatología, los accidentes geográficos, la fatiga, la incomodidad y las averías.
Durante la ardua travesía aérea la Escuadrilla Elcano hizo sucesivas escalas en Argel, Trípoli, Bengasi, El Cairo, Bagdad, Buchir, Bender-Abbas, Karachi, Agra, Calcuta, Rangún, Bangkok, Saigón, Hanoi, Macao, Aparri y Luzón-Manila; unas previstas y otras por la fuerza.
El aparato de Esteve no pudo seguir vuelo a 300 kilómetros de Amán, la capital de Jordania, quedando inutilizado en el desierto; el de Loriga tuvo que aterrizar forzosamente en Tien Pack, China, en ruta a Macao, por una fuga de combustible, siendo transportados a Macao por un buque de la Marina de Guerra portuguesa; y Gallarza estrelló su aparato en el irregular campo de aterrizaje de Macao pero pudo arreglarse. La orden recibida desde Madrid informaba de que continuasen la travesía Gallarza y Loriga en el sesquiplano Miguel López de Legazpi. Por lo que el 13 de mayo de 1926, tras 106 horas de vuelo y recorridos 17.500 kilómetros, estos dos capitanes aterrizaron en Manila con la escolta de honores de doce aparatos de Estados Unidos y un recibimiento apoteósico y emotivo de la multitud congregada, público y autoridades, ese día y los posteriores de homenaje.
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De regreso a España, los capitanes Gallarza, Loriga y Esteve fueron distinguidos con la Medalla de Oro de Ultramar, con la de la Ligue Internationale des aviateurs, además de otras tantas concedidas por los gobiernos de los países que visitaron durante el largo trayecto.
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Joaquín Loriga Taboada
Nacido en Lalín, provincia de Pontevedra, el año 1895. Teniente de Artillería a los 22 años, fue destinado a la Comandancia de Melilla. Ingresó en la Aeronáutica Militar en 1920 y al año siguiente, obtenido el título de piloto, actuó en el Rif con una escuadrilla de biplanos Ansaldo; y pasó en 1922 a mandar la 3ª Escuadrilla del Grupo 3º estacionada en el aeródromo de Sania Ramel en Tetuán; impidiendo en abril con una meritoria acción la caída del Peñón de Vélez de la Gomera en manos de la hueste de Abd-el-Krim. El 17 de abril, la 3ª escuadrilla aniquiló la harka enemiga que asediaba la posición de Miskerl-la, consiguiendo que la posición se mantuviera hasta recibir refuerzos: esto le valió la Medalla Militar al capitán Loriga.
Exposición de hechos en el decreto de concesión: “Oficial entusiasta y decidido, presta excelentes servicios en ambas zonas del Protectorado [Comandancias de Ceuta y Melilla], distinguiéndose extraordinariamente el 13 de abril de 1922 en el bombardeo de los poblados de la costa del Peñón de Vélez de la Gomera, y el 1º7 del mismo mes, en las proximidades de Miskerl-la para defender la posición sitiada por el enemigo. Piloto diestro y audaz, desarrolla una gran actividad simultaneando su actuación en escuadrillas de bombardeo con reconocimientos en las escuadrillas de caza, la que no teniendo misión de combate aéreo por carecer de aviación de combate el enemigo, es empleada por la velocidad que desarrolla, como de vigilancia extrema y reconocimiento rápido. Realiza numerosas misiones de reconocimiento y bombardeo y asiste a un gran número de operaciones siendo muy distinguida su actuación en las realizadas los días 28 y 31 de mayo [en la llanada de Tafersit] y 5 de junio, reconociendo desde el amanecer, en un avión de caza, continuamente el frente, debiéndose a su actividad y pericia el descubrimiento del campamento del Burrahai, en la orilla izquierda del Xemanar”.
Considerado uno de los pilotos más hábiles, en 1925 fue designado para efectuar las pruebas del Autogiro que desarrollaba Juan de la Cierva; el 12 de febrero, el modelo C-6 voló entre los aeródromos de Cuatro Vientos y Getafe, de manera que por primera vez en la historia lo conseguía un aparato más pesado que el aire y diferente a un aeroplano.
Eduardo González Gallarza Iragorri
Nacido en Logroño el año 1898 en el seno de una familia de larga tradición militar, ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1913, promovido a alférez con dieciocho años y destinado a Marruecos hasta que en 1920, con el empleo de teniente, ingresó en la Aviación Militar. Desde 1921 participó activamente en el Protectorado: jornadas de Yebala ese mismo año y ya en 1923, ascendido a capitán, en los combates de Tazarut y Yeberl Alam, en la defensa del Peñón de Vélez de la Gomera y en las operaciones de socorro a la posición de Tifarauín. Por este hecho recibió la Medalla Militar. En 1924 participó destacadamente en las labores defensivas de la línea del río Lau, siendo mencionado en la Orden de las Fuerzas Aéreas: “Las circunstancias que han concurrido a la realización del hecho llevado a cabo por el capitán don Eduardo González Gallarza, el día 5 de julio de 1924, ponen de manifiesto las virtudes de este oficial, que no obstante ser alcanzado por proyectiles enemigos que le hirieron, continuó desempeñando la misión conferida, logrando abastecer la posición de Coba Darsa cercada por el enemigo”.
Posteriormente tomó parte en las operaciones del desembarco de Alhucemas y en las de Beni Arós.
Rafael Martínez Esteve
Nacido en Valencia el año 1894. Ingresó en la Academia de Infantería en 1911 y fue promovido a 2.º teniente en 1914; sus primeros tres destinos lo llevaron de la provincia de Vizcaya a la de Cádiz y a la Comandancia de Ceuta.
Varias veces citado como distinguido y muy distinguido en las misiones que se le encomendaron durante su estancia de un lustro en el Protectorado de Marruecos, en 1920 efectuó el curso de piloto de aeroplano entre Los Alcázares, en Murcia, Zaragoza y Alcalá de Henares, en Madrid, finalizando este periplo el año 1921 con destino en Guadalajara y de nuevo Alcalá de Henares.
El 1922 retornó a Marruecos con base su escuadrilla en el aeródromo de Sania Ramel en Tetuán. Las principales acciones en las que intervino se situaron en el sector de Larache, por las que le fue concedida la Medalla Militar.
Integrante de la expedición de los tres Breguet XIV y un hidroavión Dornier Wal que del 8 al 20 de agosto enlazó las bases aéreas españolas en el Protectorado: Tetuán, Larache, Casablanca, Mogador, Agadir y Cabo Juby, con las Islas Canarias: aeródromos de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.
En 1926 se le concedió la Cruz de la Real y Militar Orden de María Cristina, por los distinguidos servicios prestados en Marruecos entre el 1 de agosto de 1924 y el 15 de octubre de 1925.