Pedro Vives Vich y Antonio Gordejuela y Causilla
El Servicio de Aerostación del Ejército
30 de agosto de 1896 en Guadalajara
El eclipse total de Sol de 1905
Nacido en Igualada, provincia de Barcelona, en 1858, Pedro Vives Vich fue un militar vocacional y un científico apasionado por la técnica, uno de los precursores de la Aeronáutica militar español, de quien se dijo que era un caso patológico de actividad, haciéndolo todo bien. Estudioso a extremo y políglota, es un ejemplo de valor, compañerismo, caballerosidad y prestigio; como resume el historiador Emilio Herrera Alonso.
Síntesis biográfica
Pedro Vives Vich ingresó en la Academia Militar de Ingenieros, sita en Guadalajara, a los dieciséis años, siendo promovido a teniente el 1878; destinado en la Península y después en Cuba, acreditó su valor en Melilla en la campaña de 1893.
En 1896 le fue encomendado organizar el Servicio de Aerostación del Ejército, germen de la Aviación Militar española, para lo que realizó sucesivos viajes de estudio por los países europeos en los que estaba más avanzada la Aerostación Militar, consiguiendo fama y aprendizaje allá donde, por el motivo citado, recalaba; fructificando el empeño el 30 de agosto del corriente. Entre 1900 y 1909 representó a España en los congresos internacionales de Aerostación Científica de Berlín, San Petersburgo, Milán y Mónaco. En esta ímproba tarea contó como principal colaborador al teniente Alfredo Kindelán Duany; el otro gran artífice de la Aviación Militar de España.
El entonces comandante Pedro Vives realizó la primera ascensión libre de la Aerostación Militar española en globo-cometa, el 11 de diciembre de 1900.
La primera actuación en campaña de la Aerostación Militar española tuvo lugar en 1909, participando decisivamente en la campaña que culminó con la conquista de la llanada de Zeluán y del monte Gurugú y la llegada de las tropas españolas al cabo del Agua, en la zona de influencia de Melilla.
En 1911 fue el creador de la primera escuadrilla de aeroplanos que actuaba en campaña, con base en el aeródromo de Sania Ramel, cerca de Tetuán y en la desembocadura del río Martín, en noviembre de 1913. Apenas transcurrido un mes, Pedro Vives y el Infante Don Alfonso de Orleans volaron durante una hora sobre territorio insumiso, de Tetuán a Arcila, para establecer aquí un aeródromo, el segundo del Protectorado, y dotarlo de una unidad aérea. El tercer aeródromo en el Protectorado, también por su iniciativa, se emplazó en Zeluán, Comandancia de Melilla, en 1914.
Organizó la instalación en la base de Los Alcázares, en Murcia, de la primera unidad de hidroaviones.
Con el empleo de general de división, durante unos meses de 1923, Pedro Vives fue Comandante general de Melilla; antes de incorporarse al gabinete ministerial de Miguel Primo de Rivera en calidad de Subsecretario del Ministerio de Fomento.
Imagen de http://africanistas-es.blogspot.com.es
Desempeños militares y políticos y actividad docente
Coronel Director de la Aeronáutica Militar.
Responsable del Servicio Aerostático.
Coronel Director de la Academia de Ingenieros.
Coronel al mando de la Jefatura de las Comandancias de Ingenieros de Ceuta y de Cataluña.
General al mando de la Jefatura de Ferrocarriles, en 1917.
Gobernador Militar de Barcelona, en 1921.
Comandante General de Melilla, en 1922.
Subsecretario y Ministro de Fomento, a partir de 1923.
Fundador de la Ciudad Universitaria de Madrid.
Fundador de la Aviación Militar española, con Alfredo Kindelán Duany; y de la Aviación Civil.
Fundador de la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (RENFE).
Presidente de la Confederación Hidrográfica del Pirineo Oriental.
Monumento a Pedro Vives Vich en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos.
Imagen de http://www.wikipedia.org
Escribió diversos tratados sobre temas de ingeniería militar y de Aeronáutica, y colaboró asiduamente en varias publicaciones militares, técnicas y científicas, nacionales e internacionales, hasta su fallecimiento en 1938.
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El entonces comandante Pedro Vives Vich dijo de Antonio Gordejuela y Causilla:
“Es un modelo de equilibrio entre todas sus facultades. Difícilmente podrá haber un oficial que domine tan por igual todas las ciencias del militar, del ingeniero y del aerostero; a su clara inteligencia para proyectar reúne la profunda preparación técnica, su firmísima voluntad y las aptitudes físicas e incluso manuales para la ejecución.”
Síntesis biográfica
Nacido en 1882, Antonio Gordejuela y Causilla ingresó en la Academia Militar de Ingenieros y fue promovido a teniente en 1899; y ya en 1901 pasó al Servicio de Aerostación que comenzaba su actividad con ascensiones en globo, en las que cobró amplio y arriesgado protagonismo nacional e internacional.
Una de sus más destacadas ascensiones, por su relevante carácter científico, de la que se obtuvieron datos de importancia, aconteció en 1905 en Burgos con ocasión del eclipse total de Sol.
Concurrió a cuantos concursos nacionales y extranjeros le fue dable participar; y desempeñó diversas comisiones en varios países representando a España en conferencias y congresos aeronáuticos, siendo elegido como vocal permanente de la Comisión Internacional de Aerostación Científica, cargo que desempeñó desde 1906 hasta su muerte en 1912.
También fue muy destacada su participación en la Campaña de Melilla de 1909 a bordo de su aerostato, guiando a las tropas de tierra y elaborando precisos croquis del accidentado terreno rifeño. Combates como el de Taurit, Zoco el Had de Beni Sicar (donde cayó heroicamente el laureado cabo Luis Noval), Taxdirt, Hidum, Zoco el Jemiz de Beni Bu Ifrur.
Finalizada esta campaña militar, Gordejuela se proyectó hacia el desarrollo de cuanto había aprendido y la docencia, transmitiendo a los alumnos y subordinados sus conocimientos y el entusiasmo que lucía al exponerlos.
Pero una nueva campaña en Melilla, el año 1912, le requirió en el servicio al mando de su unidad para, a bordo de dos globos-cometa, cuatro reflectores y material fotográfico adecuado, reconocer desde el aire el interior y la costa del territorio levantisco. Tal fue la dedicación a los preparativos en pleno invierno alcarreño, que una pulmonía le provocó la muerte ese año 1912.
Al despedir la unidad que marchaba a Melilla sin su fallecido capitán, el coronel del Cuerpo Pedro Vives Vich expresó lo siguiente:
“El mejor tributo que podemos rendir a su memoria es tratar de imitarle en los trances difíciles en que podamos encontrarnos, y hacer que en todas las ocasiones nos anime su excelente espíritu.”