Padre de la gramática universal, de la antropología y de la etnología americana
Bernardino Ribera de Sahagún (o también Rivera y Ribeira su apellido), nacido el año 1499 en la localidad leonesa de Sahagún, estudiante de latín, historia, filosofía y teología en la Universidad de Salamanca, donde al cabo enseñó hasta, ya ordenado sacerdote franciscano, su traslado al virreinato de Nueva España en 1529 con un grupo de misioneros franciscanos, fue un eminente misionero, docente e investigador.
Gracias a su conocimiento de la lengua náhuatl, que era el idioma autóctono de mayor difusión, al fundarse en 1536 por el arzobispo de México, Juan de Zumárraga, fue nombrado profesor del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco; institución docente dirigida principalmente a la instrucción académica y religiosa de los hijos de los nobles nahuas y el futuro clero local. Fray Bernardino, que impartía clases de latín, conoció en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, del que llegó a ser rector, a sus futuros colaboradores de estudio. Aun ejerciendo el sacerdocio, la enseñanza y la investigación, como sus principales dedicaciones, también atendió otros encargos en la capital del virreinato de Nueva España y en diversos conventos.
Escribió más de una docena de obras de carácter religioso, filológico e histórico, en español, latín y náhuatl, de las cuales únicamente se conserva Salmodia cristiana y Sermonario de los Santos del año, publicada en 1583 y ordenada en cantares o salmos para uso en las iglesias por toda la población.
Fray Bernardino de Sahagún redactó la primera gramática de la lengua náhuatl.
Bernardino de Sahagún
Historia general de las cosas de la Nueva España
La principal obra de fray Bernardino de Sahagún es Historia general de las cosas de la Nueva España, escrita en náuhatl y español entre 1547 y 1577, integrada por doce volúmenes que conforman un tesoro de conocimientos etnográficos, arqueológicos e históricos, a modo de la más completa enciclopedia de la civilización mexicana precolombina recogiendo de fuentes directas la tradición oral con detallado análisis, en un genuino estilo científico. Publicada en 1829, los etnólogos consideran que es la mejor fuente de conocimiento de la antigüedad mexicana.
Su método de trabajo, pionero en la etnografía, surgió del celo evangelizador y del estimable conocimiento que había adquirido con sus tratos humanos y los viajes por el virreinato. Cada impresión recibida y cada nuevo descubrimiento o revelación lo anotaba, unía a los precedentes e iba dando forma hasta configurar un tratado, un manual, una obra de consulta en materia de evangelio, historia y lingüística que libro a libro culminó en su gran obra.
La investigación de fray Bernardino de Sahagún, a todas luces precursora en cuanto a sistema, llevada a cabo consistió en: preparar cuestionarios en lengua náhuatl, con la ayuda de sus alumnos del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, suficientemente conocedores además del español y el latín; cuestionarios que ofreció en lectura a las autoridades mexicas para que con su mediación lograran el imprescindible concurso de los ancianos (los denominados Informantes de Sahagún).
Los informantes provinieron de tres lugares destacados: Tepepulco, donde fueron elaborados los primeros memoriales; Tlatelolco, donde se redactaron los memoriales con escolios (ambos textos identificados con los llamados Códices matritenses); y Ciudad de México, donde fray Bernardino de Sahagún preparó una versión más completa, en colaboración con sus alumnos. Este tercer texto, a la postre definitivo, es la Historia general de las cosas de Nueva España.
Los doce volúmenes de la obra están escritos en tres columnas: la de la lengua española, la de la lengua náhuatl y la de las notas, fuentes y comentarios, dando idea cabal de lo que pensaban los mexicas sobre la naturaleza, el hombre y la divinidad.
Un ejemplar de la obra se conserva en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid.