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La Armada en la Guerra de la Independencia. Cayetano Valdés y Juan José Ruiz de Apodaca

La Armada, la Marina de guerra española, colaboró decisivamente a la victoria en la Guerra de la Independencia librada en España de 1808 a 1814. El presente artículo documenta al respecto de las acciones navales que contribuyeron a derrotar al invasor napoleónico; y señala como ejemplo las figuras de Cayetano Valdés, Jefe de la Escuadra del Mediterráneo entonces y Capitán general de la Armada después, que desobedeciendo las órdenes de Napoleón Bonaparte, que los deseaba en el puerto francés de Tolón, trasladó los barcos españoles en febrero de 1808 al español puerto de Mahón en la isla de Menorca, y Juan José Ruiz de Apodaca, I conde de Venadito, entonces Comandante general de la Escuadra del Océano, que obligó a rendirse en Cádiz a la escuadra francesa del almirante Rosily en junio de 1808.

España y su aliado británico dominaban el mar al producirse la invasión del ejército imperial de Napoleón Bonaparte en 1808, y continuaron imponiéndose al enemigo durante toda la guerra, llevando a cabo acciones decisivas como el mantenimiento de las líneas de comunicaciones marítimas, el abastecimiento de las tropas por mar, el transporte de las mismas de puerto a puerto, la comisión de evacuaciones rápidas, el hostigamiento de las costas enemigas y por el enemigo controladas, la minimización de los bloqueos terrestres en zonas de litoral y el neutralizar las operaciones navales enemigas destinadas a infligir daños en territorio nacional.

    Los barcos españoles que intervinieron en las acciones navales fueron de pequeño y mediano porte, cual fragatas, bergantines, lanchas cañoneras (con acciones muy relevantes) y otras embarcaciones menores, incluidas las unidades auxiliares artilladas, pero efectivas en el cumplimiento de sus respectivas misiones.

    Los marinos y los infantes de marina españoles participaron de principio a fin de la campaña combatiendo por lo general en tierra, bien a pie, a caballo, en trincheras, en guerrillas o bien en campo abierto. También en las Juntas de Defensa Nacional y en las proclamas, como aquella mítica y heroica del alcalde de Móstoles (los alcaldes de Móstoles), el bando del alzamiento nacional, en cuya redacción aparece con letra de oro junto con Andrés Torrejón y Simón Hernández, los alcaldes, el Auditor general y secretario del Almirantazgo, Juan Pérez Villamil y de Paredes.

Reseña de las acciones en las que intervino la Armada

La Armada al mando de Juan José Ruiz de Apodaca, apoyada por cañoneras y baterías de costa, en junio de 1808 capturó la escuadra francesa de Rosily basada en el puerto de Cádiz desde la batalla de Trafalgar.

    En Vigo fue apresado el navío francés Atlas.

    En julio de 1808 las fragatas Magdalena y Venganza intervinieron en la defensa de Santander.

    En julio fueron transportados 4.600 hombres de la división del marqués de Palacio de Baleares a Cataluña.

    En agosto el navío San Justo transportó azogue a América. En febrero de 1809 trasportó de América a Cádiz personal, caudales y mercancías.

    Por vía marítima fueron transportados múltiples efectivos de los ejércitos español y británico a los distintos frentes de guerra.

    Una sucesión de retiradas y reconquistas se produjeron en 1809.

    En mayo de 1809, el navío Montañés trasladó prisioneros franceses a Canarias y en agosto caudales y pertrechos a Ferrol.

    En verano, el navío Príncipe de Asturias transportó municiones y artillería a Cádiz.

    Continuaron los ataques en el mar Cantábrico y el bloqueo y los refuerzos de guarniciones en el mar Mediterráneo.

    En 1810 el Consejo de Regencia de España se refugia en Cádiz, plaza defendida por doscientas lanchas cañoneras.

    Este verano, el jefe guerrillero Juan Díaz Porlier y su división volante de Cantabria, integrada por unos 1.000 hombres, efectúa por toda la cornisa desembarcos, golpes de mano y evacuaciones.

    En otoño, unidades navales españolas apoyaron las operaciones terrestres en los litorales valenciano y catalán; también atacaron posiciones costeras en territorio francés.

    A lo largo de 1811 prosiguieron los ataques a los franceses en las costas cántabras, y las fuerzas navales aprovisionaron a los guerrilleros. Lanchas cañoneras atacaron a las tropas francesas situadas en las costas andaluzas y levantinas, y ayudaron a las evacuaciones.

    En 1812 la Armada colaboró en la liberación de Santander.

    La base de las fuerzas navales españolas se trasladó de Valencia a Alicante al ser la primera tomada por los franceses. Una fuerza aliada recogió 4.800 españoles en Menorca y los desembarcó en Alicante. Demostraciones anfibias de las tropas del general Leopoldo O’Donnell en el litoral valenciano.

    A lo largo de 1813 las fuerzas navales actuaron en la cornisa cantábrica, hacia la frontera francesa que llegó a ocuparse, y en Levante, hacia Cataluña, liberando Tarragona.

    Desde el principio de la guerra, mandos y unidades de la Armada se batieron en tierra, unidades de Artillería de Marina se repartieron por otros ejércitos con sus piezas de campaña o combatieron como infantes en toda España, igual que sucedió con la Infantería de Marina, incorporando hombres también en Caballería y en las guerrillas. Marinos de alta graduación desempeñaron cargos de máxima relevancia en el Gobierno de la Nación.

Al final de la guerra, la Armada contaba tan solo con 112 barcos, de los cuales 25 navíos y 18 fragatas.

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Cayetano Valdés y Flores

Nacido en Sevilla el año 1767, sentó plaza de guardiamarina en Cádiz el año 1781. Se integró en la escuadra de Luis de Córdova participando en el bloqueo de Gibraltar y el combate de cabo Espartel. Agregado a la división de Antonio Barceló, tomó parte en los bombardeos de Argel y cruzó por el Mediterráneo. A principios de 1786 pasó a la comisión de levantamientos cartográficos a las órdenes de Vicente Tofiño. Elegido por Alejandro Malaspina, embarcó en la corbeta Descubierta con los expedicionarios por los océanos Atlántico y Pacífico; en el episodio de esta célebre expedición que reconoció el estrecho de Fuca, en el Pacífico septentrional, con las goletas Sutil y Mejicana, mandó ésta, en calidad de capitán de fragata, mientras que aquélla, con el mismo empleo, la mandó Dionisio Alcalá Galiano.

    Integrado en la escuadra de Juan de Lángara, mandó el navío San Fulgencio en la guerra contra Francia de 1794. Con la misma escuadra, al mando del navío Infante Don Pelayo participó en la guerra contra Gran Bretaña en 1796 y en el combate del cabo San Vicente socorriendo exitosamente al navío insignia Santísima Trinidad.

    Otras escuadras en las que se integró Cayetano Valdés de 1798 a 1803 fueron las de José de Córdova, José de Mazarredo y Federico de Gravina, cumpliendo todos los cometidos, al mando del navío Neptuno.

    En 1807 fue nombrado Comandante general de la Escuadra del Mediterráneo, enarbolando su insignia en el navío Reina Luisa.

    Ya explicada la audaz maniobra de febrero de 1808, trasladando la flota española a Mahón para impedir su uso por la marina napoleónica, tras combatir en tierra y en el Ejército del Norte a los invasores franceses, ascendió por méritos de guerra a teniente general de la Armada el 9 de marzo de 1809. En febrero de 1810 recibió el mando de las fuerzas sutiles de la plaza de Cádiz, a lo que siguió su nombramiento como gobernador militar de Cádiz y después capitán general y jefe político de la provincia de Cádiz.

    En 1834 fue nombrado capitán general del departamento de Cádiz y en 1835 capitán general de la Armada.

Cayetano Valdés

Imagen de diariodecadiz.es

Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza   

Nacido en Cádiz el año 1754, ingresó en la Compañía de Guardias Marinas en 1767. Realizó sus primeras funciones de armas en los navíos San Lorenzo y Triunfante. Destinado a El Callao, en Perú, a bordo de la fragata Águila tomó parte en el establecimiento de las misiones en la isla de Tahití encomendada a Domingo Boenechea por el virrey Amat. En 1794 intervino en las operaciones de bloqueo de Gibraltar.

    Al mando de la fragata Asunción, integrado sucesivamente en las escuadras de Antonio Barceló y Luis de Córdova participó en el sitio de Gibraltar y el combate de cabo Espartel en 1782. Viajó a Manila al año siguiente y entre 1789 y 1793 fue mayor general de la escuadra de evoluciones, al mando de Félix de Tejada, y trabajó en la mejora del puerto de Tarragona. De 1793 a 1795, al mando del navío San Francisco de Paula se distinguió en la guerra contra Francia: ocupación de Tolón, incendio del puerto de Génova y sitio de Rosas.

    Mandaba el arsenal de La Carraca, en Cádiz, cuando en 1805 se libró el malhadado combate de Trafalgar, esforzándose lo indecible para reparar los once navíos españoles y franceses que lograron llegar a puerto.

    El 1807 tomó posesión del mando de la Escuadra del Océano en el navío Príncipe de Asturias, y tras los sucesos de mayo de 1808 en Madrid, consiguió la rendición de la escuadra francesa del almirante Rosily el 14 de junio. Nombrado plenipotenciario de España en la corte británica, desempeñó una importante labor diplomática y firmó el tratado de paz con Inglaterra el 14 de enero de 1809. También intervino en las negociaciones de paz entre Rusia e Inglaterra y entre Rusia y España.

    Ascendido a teniente general de la Armada, en 1812 fue nombrado gobernador de Cuba y las dos Floridas, y en 1816 virrey de Nueva España.

    Sus últimos nombramientos y cargos fueron: virrey de Navarra en 1824, consejero de Estado en 1826 y capitán general de la Armada y académico de la Real de Ciencias Naturales en 1830.

Juan José Ruiz de Apodaca

Imagen de 3museos.com

Artículos complementarios

    Bando del alcalde de Móstoles

    Las Juntas de Defensa Nacional en 1808

    Antonio Barceló

    Luis de Córdova

    Vicente Tofiño

    Juan Vernacci y Retamal

    Expedición Malaspina-Bustamante

    Dionisio Alcalá Galiano

    Juan de Lángara

    José de Mazarredo

    Domingo de Boenechea

    Virrey Manuel de Amat 

    El tornaviaje de la fragata Buen Fin  

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