Nacido en la localidad tarraconense de Corbera de Ebro el año 1851, Jaime Ferrán Clúa (Jaume Ferrán i Clúa), médico y bacteriólogo, descubridor de una vacuna contra el cólera y de otras vacunas contra el tifus, la rabia y la tuberculosis, e inventor, es el fundador de la microbiología española.
Licenciado en 1873 por la Facultad de Medicina de Barcelona, su primera actividad investigadora la desarrolló sobre el tracoma, infección causante de la mayor parte de los casos de ceguera.
Nombrado director del Laboratorio Microbiológico Municipal de Barcelona, experimentó con las vacunas del bacteriólogo Louis Pasteur para avanzar en la investigación de enfermedades grandemente extendidas entre la población como la peste bubónica, el paludismo, diversos parasitismos de grave incidencia en la salud humana, el tétanos, la difteria, la tuberculosis, el tifus, la rabia o el cólera morbo; con publicaciones al respecto.
En 1884 viajó a Francia comisionado por el consistorio barcelonés para estudiar la epidemia de cólera que afectaba a las ciudades de Marsella y Tolón; de tal práctica, y a posteriori en colaboración con el químico Inocencio Paulí, de vuelta a España, surgió una vacuna contra el cólera, aplicada masiva y exitosamente in situ un año después a consecuencia de la epidemia que asolaba la región valenciana.
Jaime Ferrán estaba convencido de la etiología bacteriana del cólera, descubierta por Robert Koch poco antes, por lo que prepara cultivos atenuados de Bacillus vírgula -cultivos vivos atóxicos de vibriones colerígenos, inyectados por vía subcutánea-, que él mismo se inocula para probar su efectividad, y al cabo extiende la prueba a los familiares y colegas que se prestaron a ello; concluida la experimentación, el resultado positivo alcanzado fue comunicado al gobierno. De esta manera, Jaime Ferrán obtiene la primera vacuna de germen conocido aplicable a las personas.
Como se ha citado, el año 1885, y a iniciativa conjunta de Ferrán y del doctor Amalio Gimeno, se aplica la vacuna contra el cólera en los lugares afectados, con un éxito notable; aunque discutido en principio. Médicos españoles y franceses mostraron su oposición a la vacuna de Ferrán, pero dada su innegable eficacia, acabó por reconocerse, y en 1907 fue distinguida por la Academia de Ciencias de París al conceder al médico español el Premio Bréant.
Al frente del Instituto Municipal de Higiene de Barcelona, Jaime Ferrán desarrolló una encomiable labor sanitaria investigando sobre la inmunología del tifus abdominal y la difteria, hasta descubrir en 1886 una vacuna antitífica cuya administración resultó satisfactoria. Al año siguiente, 1887, dirigía el recién creado laboratorio Microbiológico Municipal, en Barcelona, el segundo en el mundo después del parisino de Pasteur, culminando sus estudios sobre la rabia con la propuesta de un método intensivo para la vacunación antirrábica que perfeccionaba lo conseguido por el científico francés. En 1894 la vacuna de Ferrán cubría el territorio nacional cosechando un nuevo éxito; al cabo de un año preparaba una vacuna contra el tétanos y en 1895 otra antituberculosa.
Su extraordinaria actividad médica abarcó estudios acerca de diversas enfermedades infecciosas, entre ellas la peste bubónica y la anteriormente apuntada tuberculosis, siendo Jaime Ferrán pionero al intentar la inmunización del tifus además de orientar hacia la profilaxis biológica contra la tuberculosis.
Dado a la observación tanto como a experimentar, es reseñable su actividad de seguimiento sobre las variaciones morfológicas de algunas bacterias causa y origen de su vacuna anti-Alfa que buscaba beneficiar la inmunidad específica con una fase evolutiva del célebre bacilo de Koch.
Pero no sólo en el ámbito humano aportó conocimientos y soluciones, también dedicó tiempo y ciencia al ensayo de remedios para enfermedades propias de los animales.
Falleció en Barcelona el año 1929.
Jaime Ferrán Clúa
Imagen de http://www.historiadelamedicina.org
Otras facetas
Jaime Ferrán fue un competente investigador y un inventor al que se le debe justicia.
En 1878 inventó un sistema de comunicación, a modo de pequeño teléfono, entre su despacho en la localidad de Tortosa, a orillas del Ebro, y el Observatorio astronómico del Ebro, en la cercana población de Roquetes.
Aficionado a la fotografía, técnica a la que adivinaba mucho futuro, descubrió el método de emulsión mediante bromuro de plata, que agilizaba el procedimiento químico conocido en la época, y que fue adoptado al cabo por Kodak.
En 1893 patentó un método de fabricación de camisas incandescentes; en 1899, un sistema para elaborar cilindros de fonógrafos; y en 1900, una técnica industrial para aprovechar los restos de jabón en el agua sucia de los lavaderos.
Publicaciones
Cabe destacar las siguientes obras:
Etiología del paludismo, La inoculación preventiva contra el cólera morbo asiático, Memorias sobre el parasitismo bacteriano (premiada por la Academia de Medicina), Breves consideraciones sobre la etiología y profilaxis del cólera morbo asiático, Errores doctrinales concernientes a la tuberculosis y su bacilo, Vacuna contra la tuberculosis, Vacuna contra la apoplejía y Nueva bacteriología de la tuberculosis.
Honores
Diversos centros educativos en localidades españoles llevan su nombre.
La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre emitió el 8 de julio de 1952 una serie de dos sellos de correos, en huecograbado, uno a él dedicado y el otro al Dr. Santiago Ramón y Cajal.En 1952 se le erigió un monumento en la calle de la Princesa de Madrid.En 1972, los Amigos del Paseo Maragall de Barcelona, costearon un relieve en bronce sobre una estrella, obra del escultor José Cañas y Cañas, en dicho paseo.La Sociedad Española de Microbiología concede un premio con su nombre.